El complejo de oficinas premium que se levantará sobre el suelo del puerto de Málaga en Muelle Heredia se hará esperar algo más de lo previsto. Los responsables de la Autoridad Portuaria admiten que muy probablemente haya que posponer a 2024 el impulso del concurso mediante el que adjudicar a una empresa privada la concesión demanial de los terrenos para la construcción y explotación comercial de varios edificios de uso terciario.
Pese a la nueva demora, que se sumar a los muchos años de "bloqueo" que vienen afectando a una operación estratégica no sólo para el Puerto, sino también para la ciudad, el presidente del organismo, Carlos Rubio, trata de ver el vaso medio lleno.
¿Por qué? Porque por fin puede dar por resuelta una de las piezas que desde hace tiempo impedía el avance definitivo de esta intervención. Según explica a EL ESPAÑOL de Málaga, ya existe un acuerdo con la Agencia Tributaria para fijar los detalles del diseño y del proceso a seguir para la construcción de su nueva sede en el recinto, lo que abrirá la puerta a la demolición de sus actuales instalaciones.
Y ello es clave para el futuro del proyecto de oficinas de Muelle Heredia, dado que el inmueble de la Agencia Tributaria se encuentra localizado en esa gran pastilla de terreno. De acuerdo con las previsiones de Rubio, cabe la posibilidad de que dentro del primer semestre de 2023 puedan licitarse las obras de ejecución de la nueva sede.
"La idea es empezar los trabajos el año que viene y cuando tengamos un calendario claro de ejecución y de finalización será cuando hablemos del concurso de las oficinas de Muelle Heredia", dice de manera cauta.
El conjunto de uso terciario planificado tendrá un techo edificable de 26.500 metros cuadrados, el mismo que estaba contemplado en el Plan Especial del Puerto. El Puerto ha desechado la propuesta que hizo el Ayuntamiento de elevar este techo, dado lo prolongado que hubiesen sido los ajustes urbanísticos necesarios.
Esto hace que lo que se vaya a materializar sobre el sector sea justamente lo que se maneja desde hace décadas. Serán pues inmuebles de planta baja (uso comercial) más cuatro alturas. Estarán situados de manera discontinua, separados por calles para favorecer la permeabilidad visual desde el soho hacia el par.
La parcela se divide en tres pastillas de 11.100 metros cuadrados (dos de ellas) y 6.039 metros, la tercera. El proyecto inicial incluye 600 plazas de aparcamiento, una reserva que podría aumentarse. Respecto a la inversión, en origen eran unos 45 millones de euros, un valor irreal en un momento como el actual, claramente tensionado por el alza de los precios.
A los avances con la Agencia Tributaria hay que añadir el reinicio de los trabajos de construcción de la nueva sede de la Guardia Civil también el puerto. Estos trabajos quedaron paralizados después de que la adjudicataria renunciase a seguir con ellos por el incremento de los costes. Ahora es Tragsa la que ha recibido el encargo.
A pesar del retraso que viene acumulando esta operación, Rubio subraya que el interés que ha generado "no ha decaído". "Sigue despertando mucho interés en los promotores", enfatiza, recordando que otros proyectos parecidos con oficinas premium, como puede ser el caso de los contemplados en los antiguos suelos de Repsol, “están en una fase muy parecida".
"La demanda sigue existiendo y afortunadamente Málaga sigue siendo un polo de atracción de empresas de primer nivel, que exigirán instalaciones premium", insiste el presidente del Puerto.
90.000 metros más de superficie para mercancías
En la hoja de ruta trazada por la Autoridad Portuaria, el tráfico de mercancías es esencial. Con este objetivo, ya trabaja en la ampliación de la superficie logística actual del recinto. El movimiento inmediato pasa por construir un nuevo muelle polivalente que permitiría disponer de unos 90.000 metros cuadrados más de extensión (incluyendo lo que se gana con el traslado de la lonja).
El deseo del puerto es que los proyectos estén sobre la mesa a mediados de 2023, de manera que sea factible licitar las obras y arrancar los trabajos antes de que finalice el ejercicio que viene. El presupuesto de la actuación se ha disparado a unos 35 millones de euros, muy por encima de los alrededor de 20 que se manejaron inicialmente.
La creación de esta infraestructura se antoja esencial para potenciar el papel de Málaga como puerto referencia en materia de mercancías. Más aún ante la previsión de que, antes o después, los terrenos que ahora tiene uso logístico de la plataforma de San Andrés sean cedidos al Ayuntamiento para la construcción del ansiado Auditorio.
Un movimiento que Rubio defiende y avala, pero no a coste cero. "Seguimos en contacto con el Ayuntamiento y trabajando en esa línea; me consta que el alcalde impulsa la posibilidad de un suelo que pueda ser ofrecido para que sirva de permuta por la plataforma de San Andrés", explica Rubio.