De manera indisimulada, han pasado a convertirse en nuevos referentes visuales de la ciudad de Málaga. Las torres que se levantan sobre los terrenos de Martiricos, en el barrio de La Princesa o en los terrenos del litoral oeste de la capital de la Costa del Sol tocan ya casi el cielo, conformando un recién inaugurado skyline de la urbe. Y que, de prosperar, volverá a ser roto en los próximos años por el hotel proyectado por un grupo inversor de Catar junto al dique de Levante o las edificaciones de los antiguos suelos de Repsol.

Los inmuebles en altura que se ejecutan en estos tres puntos consolidados de la sexta gran capital de España y claro exponente de la industria del ladrillo surgida tras la crisis sanitaria de la Covid, avanzan sin descanso, en una especie de cuenta atrás que ya se encuentra más cerca del final que del principio.

Dos gigantes de 30 plantas en Martiricos

Por sus dimensiones, las de mayor porte son las dos construcciones que el brazo inmobiliario del fondo Aquila, AQ Acentor, viene construyendo desde finales de 2020, con la previsión de que estén completadas en los primeros meses de 2023. 

La fotografía de los dos edificios, que llegarán a alcanzar las 30 plantas (más de 100 metros de altura), es protagonista indiscutible del paisaje urbano, sumando no pocos detractores. Las estructuras materializadas alcanzan ya la planta 24.

Una de las particularidades de este gran proyecto inmobiliario, en el que la inversión estimada ronda los 175 millones de euros, es la variedad de usos previstos. Una de las torres está reservada en exclusiva para viviendas en venta, con un total de 450 unidades; la otra, de similares dimensiones, queda dividida en dos.

Una de las mitades, desde la planta 2 hasta la 13, dará cabida a dos hoteles cuya gestión ha sido acordada ya con Borealis Hotel Group. Ambos establecimientos sumarán más de 300 habitaciones a la ya potente oferta hotelera de la ciudad. De manera más precisa, uno de los hoteles, con 100 habitaciones, estará entre la planta 2 y la 6; el otro, con 200, entre la 7 y la 14. 

¿Qué ocurre con la otra mitad de la Torre Norte? Estará destinada en su totalidad a 200 pisos en alquiler, confirmando la apuesta de AQ Acentor por el moldeo Build to Rent que se está asentando en la capital de la Costa del Sol. 

La transformación de La Princesa

Otro ejemplo del urbanismo en altura con el que se empieza a identificar Málaga (muy lejos eso sí de otras grandes urbes) es el materializado en el popular barrio de La Princesa, en las proximidades de la estación de trenes y de los antiguos suelos de Repsol, donde se proyecta una de las grandes centralidades de la capital.

La operación tiene también a AQ Acentor como impulsor. En este caso, con la vivienda en régimen de alquiler como elemento común. Son en total 350 pisos en arrendamiento repartidos en tres edificios: dos de ellos de 14 plantas y un tercero de 23.

Son los 80 metros de esta última construcción las que marcan sobre el horizonte un punto de referencia visible desde buena parte del término municipal. La inversión programada ronda los 83 millones de euros, con la previsión de que esté finalizada en la primera mitad del año que viene.

La nueva Milla de Oro del litoral oeste

Hay que dar el salto del litoral oeste de Málaga para ser testigos de la evolución evidente que en los últimos meses ha tenido el proyecto de Torre del Río. Una operación en la que se dan la mano Metrovacesa, uno de los grandes promotores nacionales, y Sierra Blanca Estate, ejemplo del residencial de lujo que desde hace décadas pone en práctica en Marbella. 

Su salto a la capital de la Costa del Sol, el primero, se produce en la materialización de una de las tres torres de 21 plantas proyectadas en esta pieza de la parte final del paseo de poniente. Las otras dos son cosa de Metrovacesa. Todas ellas tienen como denominador común el diseño del estudio de Carlos Lamela.

Tras unos inicios titubeantes, uno de los edificios ha alcanzado ya la cota máxima prevista, mientras que el otro en obras está a punto de hacerlo. La tercera torre, por el momento, sigue a la espera. 

Hasta el pasado mes de junio, el proceso de comercialización de las dos torres impulsadas era muy favorable. En el caso de los edificios de Metrovacesa, desde la firma se aseguraba la venta de un 80% de las 71 viviendas de una de sus dos torres, mientras que en la otra (73 viviendas) el porcentaje era superior al 20%. Datos que, a buen seguro, habrán subido en estos meses.

Y ello pese a lo elevado de los precios que se relacionan con este producto residencial. A la espera de conocer los precios de los pisos de la torre de Sierra Blanca, en el caso de Metrovacesa se puede encontrar aún en su página web una vivienda de 377,36 metros cuadrados (con 98,94 metros de terraza) por la que se piden 3.798.000 euros, cifra que se dispara por encima de los 4 millones si incluimos el IVA.