Málaga

El fantasmal y encantado Cortijo Jurado, en Málaga capital, puede haber encontrado una oportunidad para salir del estado de abandono que, como un manto, lo cubre desde hace casi dos décadas. El desbloqueo de la posible operación de compraventa queda pendiente de que fructifiquen las conversaciones entre la propiedad del edificio y una empresa constructora

Unos contactos confirmados a El Español de Málaga por el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quién si bien elude concretar qué la firma es la que está detrás de la posible adquisición, sí admite que la Gerencia de Urbanismo "ha recibido a interesados en la compra solicitando posibilidades de alternancias de uso al hotelero".

¿Con qué objetivo? Según el edil, que dice ignorar el momento exacto de la operación, los interesados habrían expuesto su decisión de "materializar la compra" en caso de que el ente municipal validase los posibles usos alternativos planteados. Actualmente, el planeamiento permite un hotel. Sobre ello, sí ha subrayado que para poder autorizar este reajuste "debe justificarse un interés general para la ciudad". 

"Lo que proponían era un uso diferente al que tiene a día de hoy y la Gerencia, en principio, lo veía con buenos ojos porque si el hotel no sale algo tiene que salir", ha añadido. Pese a que no ha querido precisar el destino pretendido, sí ha sido claro al rechazar que el mismo sea residencial.

Hay que recordar que el Ayuntamiento avaló hace dos décadas una innovación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) a solicitud de Grupo Mirador, por aquel entonces su propietario, para permitir la transformación de Cortijo Jurado en hotel. 

Otras fuentes consultadas por este periódico apuntan que la firma interesada en la compra de este antiguo caserón, localizado en el distrito de Campanillas, sería la constructora Bilba. ¿Pero con qué propiedad? Hay que recordar que tras ser objeto de dos convocatorias se subasta que no llegaron a formalizarse, el inmueble quedó en manos de una empresa encabezada por el juez Juan de Dios Anguita. 

Las fuentes, no obstante, hablan de que en los últimos años el complejo habría sido objeto de una transacción en la que estaría implicado un fondo de inversión chino con oficinas centrales en Madrid. Estas mismas fuentes no han sabido precisar si los contactos con Bilba han llegado o no a buen puerto.

Anuncio de venta

En 2019, aún con la empresa del juez Anguita como propietario, el inmueble estaba en el mercado, ya fuese para su venta o alquiler. Pero las elevadas exigencias económicas, de unos 12,5 millones de euros, disuadieron a más de un grupo interesado.

El anuncio que lucía en varios portales inmobiliarios era claro: "Se vende o alquila Cortijo con licencia para Hotel de lujo en Málaga. Consta de 45.000 metros cuadrados;". Al tiempo, la información precisaba que en el proyecto se había previsto 25.109,12 metros cuadrados "computables a efectos de edificabilidad".

El origen de la iniciativa hotelera de Cortijo Jurado se remonta a mayo de 2003, cuando el Consejo de Administración de Urbanismo concedió licencia de obras a la entonces propietaria de la hacienda, Grupo Mirador. La promotora suscribió un convenio con el Ayuntamiento que permitió cambiar la calificación de la parcela y el desarrollo de un establecimiento de cuatro estrellas. 

Pasados dos años desde este permiso, el consejero delegado del Grupo Mirador, José Ramón Faura, acompañado de representantes de la cadena Vincci, colocó la primera piedra de la obra de reconversión de este antiguo palacete del siglo XIX localizado en las cercanías de Campanillas.

La propuesta incluía un hotel de 200 habitaciones, cuyas puertas iban a abrir a lo largo de 2007. Nada de eso pudo cumplirse, entre otras razones porque las deudas acumuladas por Mirador provocaron que perdiera el inmueble. 

El edificio forma parte del catálogo de edificios protegidos del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), que le otorga un grado de protección arquitectónica II, lo que permite actuaciones de renovación parcial. 

De acuerdo con la información contenida en dicho documento, se destaca que se trata de una edificación "de autor desconocido" y estilo ecléctico y neogótico en la capital. "Es el ejemplo más monumental conservado de la arquitectura rural de llanura que utiliza lenguaje culto para su formalización", se indica en el catálogo. En el mismo se incide en que la construcción perteneció inicialmente a "una rama menor" de la familia Heredia, que "en 1925 lo vendió".

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