Prisiones ha aplicado el protocolo antisuicidios a dos de los tres detenidos por la presunta violación de una mujer en la playa de la Malagueta este lunes, y lo ha hecho conforme los dos jóvenes han llegado a las instalaciones de Alhaurín de la Torre. Los dos hombres permanecen ingresados en prisión desde esta madrugada y un tercero ha sido puesto en libertad provisional.
La mujer de 33 años había salido de fiesta con una pareja de amigos a un local de copas cercano al arenal. Allí conoció a uno de los supuestos agresores con el que estuvo hablando un rato y, después salió con él del local, algo que alertó a una testigo, que temía que la víctima pudiera estar en peligro. Por ello sacó su móvil y llamó a la sala del 092.
El hombre le propuso a la víctima acompañarla a casa caminando por la playa. A la altura del chiringuito Antonio Martín, justo a la escultura de las letras de La Malagueta le pidió que le besara. Ante la negativa, el hombre se abalanzó sobre ella y comenzó a agredirla sexualmente.
Fue entonces cuando aparecieron dos hombres más que rodearon a la víctima (los tres tienen edades comprendidas entre los 19, los 30 y los 31 años). La colaboración incesante de la testigo y la rapidez de la patrulla de la Policía Nacional evitó que la violación fuera grupal.
En las cárceles españolas existe el Programa de Prevención de Suicidios (PPS) para detectar a reclusos deprimidos o que por otras circunstancias pueden intentar quitarse la vida. Cuando entra en prisión una nueva persona, un equipo multidisciplinar lo entrevistas para encontrar algún signo de depresión o para detectar si el preso podría autolesionarse. La decisión se toma cuando el delito, entre otras cosas, ha tenido espacial repercusión social.