La posibilidad cierta de que la cueva encontrada en la explotación cementera de La Araña sea finalmente protegida por la Junta de Andalucía parece ganar fuerza. A la espera de los resultados finales de los dos informes en los que trabajan actualmente las delegaciones de Cultura, de un lado, y Medio Ambiente, de otro, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha dejado clara este viernes su posición: "El ánimo del Gobierno andaluz es protegerla".
Una afirmación que va en la línea de lo expresado días atrás por la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, quien llegó a garantizar la salvaguarda de la gruta ya fuese por la vía cultural, condicionada a la presencia de restos arqueológicos, o geológico.
Moreno, no obstante, ha admitido que la decisión final deberá contar con las conclusiones de los informes técnicos actualmente en desarrollo. "Tenemos que saber por los expertos qué debemos proteger, cómo debemos protegerlo y cuándo", ha dicho al ser preguntado sobre este asunto.
En este sentido, ha insistido en que la intención de la Administración regional pasa por "proteger cualquier singularidad y aspecto positivo que podamos encontrar", calificando como "sorprendente y positivo" el hallazgo de la cueva en La Araña.
Hasta la fecha, las inspecciones realizadas por Cultura a la cueva no han permitido localizar restos arqueológicos, lo que obligaría a la protección de la misma. Pero al tiempo, el análisis autonómico incorpora otra fase relacionada con la riqueza geológica de la misma. Un documento que también está en fase de elaboración.
En las últimas semanas, desde que EL ESPAÑOL de Málaga diese a conocer la existencia de la misma, son numerosas las voces que se han sumado reclamando una investigación profunda sobre esta estructura. Otras van más allá, demandando incluso la salvaguarda para evitar su destrucción.
Hay que recordar que la misma se localiza en una parte de los terrenos de explotación de la empresa FYM-Heidelberg, que cuenta con autorización para la extracción mineral para la fabricación de cemento. Y, conforme a los planes de la misma, salvo que la cueva disponga de alguna reserva por parte de la Junta, podría ser destruida.