¿Cuáles son las razones que llevan al Ministerio de Cultura a censurar de manera drástica el impacto que, a su juicio, tendrá la torre del puerto sobre el patrimonio y el paisaje de Málaga en caso de construirse?
El análisis de la resolución emitida por el departamento ministerial, a la que tuvo acceso EL ESPAÑOL de Málaga, permite conocer en detalle los argumentos sobre los que el ya ex secretario general del ente ministerial, sustenta su pronunciamiento.
Pero antes de conocer estas consideraciones, cabe apuntar el punto de partida que utiliza el alto cargo para entrar de lleno en la cuestión de la torre, cuando hasta la fecha su departamento nunca había tomado cartas en el asunto. Y ello pese a la existencia desde el origen mismo de la iniciativa de una importante contestación social y ciudadana.
De acuerdo con la literalidad del informe, el ministerio actúa por entender que el emplazamiento elegido para levantar el edificio, en los terrenos ganados tras la construcción del dique de Levante (esta estructura fue inaugurada en 2001), se encuentra dentro del distrito 1-Centro, "que guarda relación directa, histórica y geográfica" con un entorno protegido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) como es el Centro Histórico.
En este sentido, también se apunta que la parcela seleccionada es prolongación de la zona del puerto "que conecta directamente con el Centro Histórico, presidido en lo alto por la Alcazaba y el Castillo del Monte Gibralfaro, incluido en la declaración del BIC y considerado como el mirador principal de la ciudad y su mar".
Por ello, entiende el autor del documento que las características volumétricas del edificio proyectado "podrían provocar un impacto negativo en el paisaje urbano, histórico y natural de la ciudad de Málaga, en especial en su Distrito Centro". Ello, a su juicio, vulneraría el Convenio Europeo del Paisaje de Florencia, de 2000.
Otro elemento utilizado para informar es que la titularidad del solar donde se pretende edificar es estatal, lo que convierte al Ministerio de Cultura en competente en lo relativo a patrimonio cultural.
Para defender este planteamiento, el ex secretario general incorpora varios planos con la delimitación tanto del distrito como de la zona declarada BIC por la Junta, así como su cercanía al recinto portuario.
Es en el razonamiento jurídico tercero, en el que, tras las consultas realizadas al Ayuntamiento y al Puerto (visitas giradas el 22 de junio pasado) y el análisis de los informes técnicos recabados, el alto cargo del ministerio esgrime sus razones:
1. Reconoce que los dos valores patrimoniales definitorios de la ciudad, desde un punto de vista histórico y natural, son su bahía y los Montes, siendo relevantes en el desarrollo de Málaga desde la antigüedad. De hecho, recuerda que este hecho es recogido por la Junta en el decreto que permite declarar BIC el Centro histórico. El mismo valora "el Conjunto Histórico de Málaga como el resultado de una larga ocupación temporal ininterrumpida de casi tres milenios", se cita.
2. Insistiendo con la declaración autonómica, recuerda que la misma establece un plano de delimitación del Centro protegido que limita con el Puerto, al tiempo que habla del recinto portuario como parte fundamental de la creación del conjunto histórico de Málaga. Para corroborar la afirmación menciona la justificación de la citada delimitación, en la que se dice: "El mar y especialmente el puerto han jugado un papel importante en esta ciudad".
3. En este punto, se habla de la Ley de Patrimonio Histórico, en la que se indica que en la tramitación del expediente de declaración de un BIC "deberán considerarse sus relaciones con el área territorial a que pertenece, así como la protección de los accidentes geográficos y parajes naturales que confirman su entorno". Para el autor del documento ello indica "laramente" al Puerto de Málaga como conformador de su entorno del ámbito protegido.
4. Acude a la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía y la protección que la misma hace de los BIC. Cita de manera literal que el entorno de los BIC "estará formado por aquellos inmuebles y espacios cuya alteración pudiera afectar a los valores propios del bien de que se trate, a su contemplación, apreciación o estudio, pudiendo estar constituido tanto por los inmuebles colindantes inmediatos, como por lo no colindantes o alejados".
5. Cultura defiende que los valores patrimoniales y paisajísticos establecidos en la declaración del BIC entran en el ámbito de aplicación del Convenio Europeo del Paisaje de Florencia, de 2000, que menciona áreas naturales, rurales, urbanas y periurbanas. Comprenderá asimismo las zonas terrestres, marítima y aguas interiores.
6. En este punto, se utilizan incluso los argumentos empleados en los últimos años por los impulsores de la torre. Utilizando la memoria de la operación, recuerda que se ensalza como uno de los valores del proyecto que pasará a convertirse en "hito referencial del puerto y la ciudad". "Asimismo, su proximidad con el Casco histórico de Málaga lo convierte en una importante referencia del perfil del litoral de Málaga y de la Costa del Sol", reproduce.
7. Habla "importantes contradicciones" del proyecto del puerto con el Plan Especial de Gibralfaro, impulsado por el Ayuntamiento de la ciudad con el objetivo de “desarrollar modelos que persigan la integración de la naturaleza en entornos fuertemente urbanizados". De manera más precisa, considera que la intención de los promotores del hotel de convertirlo en "hito referencial" resulta contrario a los objetivos del plan municipal.
"El proyecto de la torre del puerto no solo no conecta, sino que rompe por su extremo final una cadena tográfica que se inicia en lo alto del Monte Gibralfaro y termina en el mar de Málaga", asegura el informe de Cultura.
Y añade: "De construirse la torre, la relación topográfica y las conexiones pretendidas por el Ayuntamiento en su plan especial entre el Monte Gibralfaro y el Centro Histórico no tendrían continuidad con su salida natural al mar, el puerto, ya que la pretensión del proyecto es justo la contraria, convertirse en 'referencia del perfil litoral'".
Frente a estas razones, el presidente del Puerto, Carlos Rubio, es contundente. "Desde el punto de vista jurídico es bastante defectuoso; no entendemos que no se dé pie a recursos administrativos cuando desde el punto de vista procedimental es necesario", ha dicho. Incluso, acusa al Ministerio de Cultura de "cierto ninguneo" hacia la Junta de Andalucía por entrar en sus competencias. "Hay personas que por lo menos a nivel individual tratan de boicotear el proyecto", ha añadido.