Según la Ley de Cambio Climático, los municipios de más de 50.000 habitantes deben tener ya en vigor una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), pero hasta el momento ninguna de las urbes con estas características en la provincia de Málaga la ha puesto en marcha. Estepona, no obstante, acaba de dar un paso al frente con la aprobación de una ordenanza para su implantación, que se prevé para este mismo año.
La obligación de que los grandes núcleos urbanos cuenten con una ZBE viene directamente de la Unión Europea y persigue el objetivo de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire no solo en las ciudades con más población, sino también en las más contaminadas.
En Málaga, la exigencia recae directamente sobre Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Mijas, Torremolinos, Vélez-Málaga, Estepona y la propia capital, que está a vueltas con la elaboración de la normativa que para regularla y con la que Estepona acaba de tomar la delantera.
Según recoge la ordenanza aprobada, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, la ZBE en esta localidad contará con tres fases. La primera, centrada en su puesta en marcha, se iniciará este mismo año y pondrá coto al centro de la ciudad a los vehículos sin distintivo ambiental entre las 8.00 y las 21.00 horas. En 2024, quedará totalmente restringido el paso para este tipo de vehículos y, en el horario mencionado, la limitación será para los vehículos con etiquetas DGT B. Para 2025, la medida se extenderá a los vehículos con etiquetas DGT C.
La Zona de Bajas Emisiones en esta localidad quedará delimitada por la avenida Andalucía, las calles Tajo y Pilar de Fariñós, la avenida de San Lorenzo y el frente litoral, alcanzando las 60 hectáreas y abarcando la mayor parte del casco histórico de Estepona. Según el proyecto, con esta acotación se asegura la circulación alrededor de la ZBE a través de la avenida de Andalucía y la avenida de San Lorenzo, "por lo que la movilidad del municipio queda asegurada".
OTRA MEDIDAS
La implantación de esta Zona de Bajas Emisiones en Estepona vendrá de la mano, según el documento, de una serie de infraestructuras para impulsar su cumplimiento, como la instalación de cámaras de seguridad para la captación de imágenes de los vehículos, de señalización o de un sistema de análisis de la calidad del aire.
Igualmente, recoge otras medidas enfocadas al uso de un transporte alternativo al coche. En concreto, la ordenanza se refiere a la reforma y peatonalización de la avenida España, ya en marcha; al rediseño del espacio viario con, entre otros, el incremento del ancho de las aceras o de los pasos de peatones en avenidas y calles principales; a la apuesta por la infraestructura ciclista y a la mejora de la red de transporte público.
Según el análisis elaborado, a partir de su puesta en marcha, se prevé que el 30% del tráfico en Estepona tenga algún tipo de autorización excepcional para acceder a la ZBE. Gracias a ello, la previsión es que tras la aplicación completa, la reducción del tráfico en la zona alcance el 65%.