El CEO de la empresa de origen colombiano Lésiga, Erick Hansen, estuvo durante la pasada semana en Málaga y España por primera vez con ocasión de la celebración del Digital Electronics Show (DES). Aunque no tuvo tiempo para profundizar mucho en la ciudad, se quedó impresionado por el entusiasmo con el que directivos de otras compañías le hablaban del ecosistema local. Su socio tecnológico o CTO, Jackson Echeverri, residente en la capital de la Costa del Sol, sí que lo conocía ya de primera mano.
Ambos son representantes de una startup que nació en Bogotá, pero actualmente tiene a sus responsables repartidos por Colombia, Estados Unidos... y Málaga. Su propuesta es la ubicación de personas, vehículos o bienes "de manera rápida y efectiva" en todo tipo de situaciones, muy especialmente, en caso de emergencias.
"Si se da un accidente o un robo, con Lésiga puedo localizar la emergencia exactamente donde ocurrió", explica en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga el CEO de la compañía, Erick Hansen: "Y si la emergencia se desplaza, pues lo veo también. También nos ocupamos de comunicar la emergencia a la comunidad local y a los cuerpos de seguridad".
¿Para quién puede resultar útil? Principalmente, están trabajando con comunidades de motoristas o usuarios de vehículos de micromovilidad, como patinetes eléctricos o bicicletas. "Hay un problema, y es que las incidencias de robos a estas personas son bastantes altas y están poco atendidas. Ocurre no solo en Latinoamérica, sino también aquí en España", plantea el CTO, Jackson Echeverri.
"Queremos apuntar a los riders de servicios de entrega a domicilio. Ellos utilizan su vehículo como medio principal de trabajo, por lo que un robo o una pérdida les afecta directamente a su capacidad de ingresar", explica Echeverri: "Queremos ofrecerles esta solución para poder tener más seguridad y trazabilidad".
La idea del producto tiene su origen en un accidente de patinete que el propio Hansen tuvo hace un par de años: "El accidente fue desafortunado, pero en ese momento todas las variables alrededor fueron positivas. Iba acompañado, estaba cerca de unos familiares y del hospital... Todo esto no es o normal y queremos llevar toda esa fortuna a las personas", cuenta el CEO de Lésiga.
Ese nuevo enfoque supuso todo un pivotaje para la compañía colombiana, cuyo equipo ya llevaba más de 8 años de trabajo conjunto. Inicialmente se dedicaron a la gestión de activos fijos, esto es, muebles, ordenadores, monitores... Hacían inventarios de, por ejemplo, cadenas de hoteles. Parte del cambio vino también promovido por los propios clientes, que le comenzaron a pedir datos en tiempo real de dónde estaba cada cosa.
"Se creó, se empaquetó todo en una solución y salió lo que tenemos hoy en día: acompañamiento a una empresa o una persona en situaciones de emergencia como plataforma mediadora", relata Hansen. En concreto, lo hacen mediante un pequeño dispositivo que usa IoT (siglas en inglés de "Internet de las cosas") para transmitir información a la plataforma de Lésiga, que el cliente puede consultar desde su ordenador o teléfono móvil.
Además de para motoristas y otros usuarios de micromovilidad, la aplicación se puede usar para la comunicación de personas mayores en situación de soledad que tengan una situación también de emergencia. "Una de las ventajas principales del dispositivo es que es muy versátil", resume Jackson Echeverri.
Él es el cofundador de Lésiga residente en Málaga, donde forma parte del programa de aceleración de la Escuela de Organización Industrial (EOI) en el Polo Digital, y está "muy agradecido" por las oportunidades que ha encontrado en este ecosistema "en auge".
"Se está haciendo un esfuerzo importante por promover el ecosistema. Poder estar en el Polo Digital es un beneficio muy grande que nos ha permitido crecer como empresa y a mí como persona. Muchas veces, no podemos acceder a estos beneficios en Latinoamérica", reflexiona Echeverri: "Creo que Málaga tiene mucho potencial y puede dar muchísimo más para competir como ciudad puntera española en tecnología".