El poder de la luz tiene aplicaciones insospechadas: puede hasta conseguir detectar alergias a fármacos. Ese es el planteamiento de la tecnológica malagueña Bioherent, una empresa que está desarrollando un equipo para detectar biomarcadores ―es decir, señales químicas que indican la respuesta del cuerpo a ciertas situaciones― mediante un chip fotónico ―esto es, un dispositivo pequeño que utiliza luz en lugar de electricidad para procesar y transmitir información―. Si el biomarcador que muestra un rechazo a cierto fármaco aparece, cambiará las propiedades de la luz y se confirmará la alergia.
"Hasta ahora, el único método para detectar estas alergias es inyectar directamente el fármaco en el paciente a ver si tiene una reacción, pero eso no es nada bueno para el paciente y es peligroso. Es por eso por lo que decidimos empezar la investigación en esto", explica el CEO de Bioherent, el alemán Jonas Leuermann, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Leuermann ya estudiaba esta disciplina en Aquisgrán cuando fue 'fichado' por Íñigo Molina, responsable del departamento de investigación en fotónica integrada de la Universidad de Málaga. El grupo malagueño ya trabajaba en la aplicación de la ingeniería fotónica al nanodiagnóstico: "Lo que yo hice fue investigar cómo mejorar el sistema, cómo procesar los datos. Los primeros experimentos de sensado eran muy simples, detectando sal", relata Leuermann: "Cuando vimos que este sensor tiene una sensibilidad extremadamente alta, nos preguntamos por qué no usarlo con alguna aplicación".
"Empezamos detectando diferentes proteínas y vimos que tenía buenas características, así que dimos un paso más. Fuimos a colaborar con el grupo de alergias a fármacos y ellos no dieron la aplicación de detectar anticuerpos para amoxicilina, una penicilina muy utilizada en Europa", recuerda el CEO de Bioherent: "Es muy difícil diagnosticar esta alergia, porque hay que detectar biomarcadores que están en tan baja concentración en el cuerpo del paciente que con los métodos que existen hoy en día son muy difíciles de detectar".
Para completar la investigación como parte de su tesis doctoral, para Jonas Leuermann fue también clave un viaje a un grupo de investigación que también trabaja con biosensores fotónicos en Michigan, Estados Unidos. "El profesor de allí fue el fundador de la empresa que a nivel mundial está utilizando chips fotónicos para detectar biomarcadores" señala: "Tuve la suerte de ver cómo funciona su tecnología y la pude comparar directamente con la nuestra. Pensé que por qué no sería interesante hacer una empresa en base a nuestra tecnología".
La incorporación de la inversora en deep tech Bullnet Capital, en la que estaban "muy interesados en empezar en esa dirección" con ellos, fue la última pata que faltaba para la fundación en julio de 2021 de Bioherent. Fueron la primera startup de la Universidad de Málaga en recibir financiación de capital riesgo y actualmente trabajan en ella más de quince personas: "Es necesario tener tanta gente porque es un proyecto muy ambicioso e interdisciplinar que necesita muchos perfiles diferentes. No depende solo de la fotónica, también necesitamos ingeniería electrónica, mecatrónica, de microfluídica, del software; químicos de varios tipos, personas de administración y finanzas..."
"Durante la tesis, trabajé con componentes muy grandes. Lo que queríamos hacer en los primeros dos años de Bioherent es minimizar el espacio y tener un prototipo para demostrar que tenemos un software que puede automatizar y que podemos desarrollar las líneas de detección", plantea Leuermann: "Eso está ya listo: tenemos un prototipo que funciona y que tiene muchas características que queríamos realizar. Ahora mismo estamos empezando con el desarrollo de un producto para el mercado. Los primeros años fueron para demostrar que tecnológicamente somos capaces de hacerlo y ahora empezamos con el desarrollo de producto".
Noticias relacionadas
- Cuatro startups de Málaga se cuelan entre las 100 mejores de España en 2023, según los parques tecnológicos
- AGPhotonics, la empresa que nació de la Universidad de Málaga para ir más allá de la fibra óptica
- Málaga, referente en manejar la luz: así se convirtió la fotónica en un puntal emprendedor de la UMA