Es uno de los grandes debates laborales de Málaga... y de nuestro tiempo. Educadores, políticos, emprendedores, empresarios y directivos de recursos humanos se devanan los sesos por saber cómo generar, mantener y atraer el tesoro del talento cualificado. El formidable estado de forma del imán de atracción de la Costa del Sol supone un goteo constante de llegada de empresas, que se suman a las pujantes compañías locales en la jungla por quedarse con los mejores trabajadores. Cómo encontrarlos es ya el próximo gran reto.
El foro Málaga en la vanguardia del talento: educación, innovación y tecnología. El desafío de la formación —organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y De Málaga— ha afrontado de cara el reto a través una veintena de mesas de debate, conversaciones e intervenciones individuales. Celebrado los días jueves y viernes, han participado altos representantes políticos —como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno—, expertos en la materia y empresas punteras.
El dirigente autonómico se mostró ambicioso ("Andalucía ya no es la eterna promesa; no queremos coger el tren, queremos pilotarlo", afirmó); el presidente de la Diputación, Francisco Salado, reivindicó Málaga ("Todo lo que se está consiguiendo no es por el azar o porque nos lo hayan regalado") y el alcalde de la ciudad recordó que seguimos teniendo "un fracaso escolar alto".
Es esa convivencia entre el auge de la región y sus retos vigentes la que se ha estudiado profusamente en el evento: cómo lograr que todas esas compañías de Málaga reviertan positivamente en el todavía alto desempleo de la región. "El crecimiento en innovación es potente en Andalucía: hay que traer talento igual de fuerte", defendió el secretario general de Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, Pablo Cortés.
"Solo con gente que supiera programar en Python, se podrían crear 5.000 puestos de trabajo al momento", afirmó por su parte el CEO de Grupo Premo, Ezequiel Navarro, que destacó que Málaga "probablemente sea uno de los sitios donde más se esté haciendo, porque tiene abiertos varios frentes": la atracción de universidades privadas, el impulso de la FP, las nuevas alternativas de formación o el foco emprendedor de la UMA.
Entre las intervenciones, se han sucedido las apelaciones a una mayor inversión en innovación y desarrollo (I+D) o los procesos de innovación abierta para fomentar la colaboración entre grandes corporaciones y startups.
El primer día fue el de la educación: las universidades privadas defendieron lo esencial de la pedagogía para que la tecnología realmente permee entre los alumnos, las escuelas de negocio abogaron por poner en el centro de la digitalización a las personas, el CEO de Animum puso el acento en las ventajas de la educación online sobre la presencial, y los innovadores educativos propusieron fórmulas como el aprendizaje desde los cero años o las píldoras informativas breves.
La revolución de la FP también tuvo su hueco: la secretaria general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, Clara Sanz López, desarrolló los planes del Ejecutivo para que que prevén que sea el 60% del nuevo empleo en 2030.
Este viernes fue el del foco más empresarial. La formación continua, los planes de carrera, la progresión profesional o un modelo aspiracional se plantearon como claves para retener el talento una vez ya conseguido.
"No puedo imaginarme en un formato de competición hablando de innovación. Innovar es crear algo que no existe y aquí en Málaga desde que llegué, no he notado más que ideas, planes, proyectos... No competimos, colaboramos", afirmó el responsable del centro de I+D de Vodafone, Jesús Amores. Quedó patente en esta conjura de educadores, políticos e innovadores de Málaga por estar a la altura de su propio auge.