Para los amantes de las pruebas todoterreno el Dakar significa la máxima expresión de la competición en terrenos desérticos. La prueba, que nació a finales de los setenta como una aventura para gente pudiente lejos de sus acomodadas vidas urbanas, se ha convertido en todo un acontecimiento cada vez que llega su salida, siempre coincidiendo con el inicio del nuevo año.
José Antonio González ya ha participado en la prueba en las dos últimas ediciones como integrante del equipo de dirección de carrera y de la caravana de seguridad, dando cobertura a unas 3000 personas, que son las que mueve el Dakar entre pilotos e integrantes de la organización. Para esta edición va un paso más allá, dirigiendo ahora un equipo que compite en la carrera, formado por 53 pilotos, con 11 motos, 2 buggies y 7 coches. En total, una caravana que se acerca a las 70 personas, incluyendo acompañantes de los pilotos. Al respecto nos comentaba que “somos, en cuanto a logística, un pequeño Dakar dentro del propio Dakar. Este es un proyecto en el que llevo trabajando desde el pasado verano y a la hoja Excel donde meto todos los datos ya no le caben más líneas”.
González tiene experiencia como copiloto en Rallys, que compagina con el cargo de director deportivo de la Federación Andaluza de Automovilismo. Conoce perfectamente la dificultad que supone dejar la familia en una fecha tan señalada como las navidades, pero “es algo que muy poca gente tiene la suerte de experimentar, aunque sea a costa de coger el avión el 31 de diciembre a las 12 de la noche para tomar las uvas en la cola de embarque, dejando a tu familia detrás”.
La labor de un jefe de equipo en el Dakar no es algo menor. Se tienen que coordinar aspectos tan esenciales como la indumentaria para la carrera, licencias, pasaportes, billetes de avión y vuelos, desplazamiento entre etapas, alojamiento durante la carrera en el vivac, montaje y desmontaje del campamento, conductores de camiones de logística y recambios y estrategia deportiva. Todo un reto para alguien que va a vivir durante quince días con temperaturas extremas, tanto de noche como de día, con una media de solo tres horas de descanso cada jornada. Pero, sarna con gusto…