El sector inmobiliario está desmadrado. Hay mucha más demanda que oferta, los propietarios de viviendas intentan sacar el mayor rédito posible y los inquilinos hacen lo que pueden para intentar residir bajo techo.
Lo habitual, al menos en España, es alquilar una vivienda a un solo inquilino salvo en aquellos inmuebles que están dirigidos al mercado universitario. No obstante, es tal la dificultad de acceder a una vivienda en alquiler que se está disparando el arrendamiento por habitaciones.
Se está produciendo por dos razones. La primera es que apenas hay casas en alquiler. Un reciente informe de Idealista señalaba que en Málaga pugnan 29 posibles clientes por cada inmueble. La segunda es que, al haber candidatos de sobra, sube el precio y mucha gente no puede pagar el alquiler de una vivienda en solitario.
Otros estudios indican que el precio de la vivienda compartida en Málaga ya está en torno a los 400-425 euros mensuales por habitación. La plataforma inmobiliaria Fotocasa ha publicado este martes un informe en el que destaca que es más rentable para el propietario alquilar su casa a varios inquilinos que a uno solo.
En el caso concreto de Málaga capital, la rentabilidad de un piso tipo de 80 metros cuadrados y tres habitaciones alquilado por estancias es del 5,7% frente al 4,6% de arrendar el piso entero a un único inquilino. La media andaluza es de una rentabilidad del 7,6% para inmuebles compartidos y del 5,4% sin compartir.
"El rendimiento presentado del alquiler de habitaciones sigue siendo el más alto del mercado, muy por encima de otros productos financieros y con una gran estabilidad y proyección a largo plazo. La diferencia entre arrendar una vivienda completa y hacerlo por habitaciones puede dar más de un 30% más de rentabilidad al propietario. Esta modalidad ha aumentado exponencialmente entre los propietarios de viviendas en alquiler, tras la entrada en vigor de la ley de vivienda, al no encontrar limitaciones en esta tipología de alquiler”, explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.
Todo tiene sus pros y contras. Alquilar un piso por habitaciones puede implicar un menor riesgo de impago ya que el precio es más reducido y se reparte el riesgo. No obstante, también implica una mayor movilidad y cruzar los dedos para que haya un buen entendimiento entre los inquilinos.
Se da además la circunstancia de que normalmente comparten piso los estudiantes universitarios. Sin embargo, ante el alto precio de los inmuebles, es cada vez más frecuente ver compartir piso a estudiantes con trabajadores jóvenes.