Comprar una vivienda en Málaga se ha convertido en una quimera para miles de personas. Y da igual que sea nueva que de segunda mano. Los datos así lo corroboran. La plataforma inmobiliaria Fotocasa ha publicado este lunes un informe en el que comparan el precio de una vivienda usada hace diez años y ahora. La conclusión es que en Málaga capital cuestan ahora 100.000 euros más que hace una década, convirtiéndose en la segunda capital española con mayor incremento de precios en este periodo tras Palma de Mallorca.
Según los datos de Fotocasa, un piso de segunda mano de 80 metros cuadrados -es decir, algo normal sin lujos- tiene ahora un precio medio de 234.561 euros en Málaga capital. Hace diez años, en 2014, el precio medio era de 135.821 euros.
El mercado inmobiliario en Málaga está viviendo una montaña rusa en los últimos 20 años. En la primera década del milenio hubo una burbuja inmobiliaria que explotó entre 2008 y 2009. Se pagaron fortunas por pisos que no lo valían e incluso hay inmuebles cuyo valor de mercado actual, a día de hoy, es inferior al que abonaron los propietarios en plena fiebre del ladrillo.
No obstante, siempre se habla de medias y, según Fotocasa, el precio medio de un piso usado de 80 metros cuadrados en 2009 en Málaga capital era de 195.513 euros. Entre 2009 y finales de esa década el sector inmobiliario estaba muerto, al igual que la economía, y se empezaron a ver los primeros síntomas de recuperación en los años finales. El coste medio de una vivienda en 2019 era de 178.768 euros.
Vemos, por tanto, que las viviendas están ahora más caras que nunca y, en esta ocasión, no hay una burbuja detrás sino mucha demanda y poca oferta. Ocurre lo mismo en el mercado del alquiler.
Es una situación que no solo se está produciendo en Málaga, sino también en otras ciudades españolas. En Madrid, por ejemplo, se pasado de un precio medio de 220.000 euros a 342.000 euros en la última década. La capital más cara de España es San Sebastián, con un precio medio de 451.975 euros frente a los 335.000 de 2014.
“Con el paso del tiempo es habitual que todos los bienes y servicios vayan aumentando de precio. Sin embargo, la vivienda lo hace a un ritmo muy apresurado que limita el acceso al hogar. En los últimos años, el encarecimiento ha sido muy significativo fruto del desequilibrio existente entre oferta y demanda y que cada vez se agranda. Además, lamentablemente, la tendencia indica que este aumento de precio será la tónica del mercado año tras año, mientras la oferta no se incremente”, explica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa.
Es cierto que el precio de la vivienda no para de subir y en muchas localidades de Málaga está en su máximo histórico. Hace tres o cuatro años, muchos compradores se frenaron pensando que ya bajaría pero no solo no lo ha hecho sino que se ha disparado más.