Un parado en Málaga cobra, de media, 821 euros al mes, lo que sitúa a esta provincia en los últimos puestos de España, donde la media nacional ascendió en julio a 862 euros, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Estar parado nunca es bueno para disponer de una economía saneada y menos si vive en una provincia como Málaga, con una inflación desbocada por encima del 10% sin visos de que haya grandes reducciones a corto plazo y con el precio de la vivienda cada vez más alto tanto en compra como en alquiler.
En la provincia malagueña había en julio casi 135.000 personas desempleadas, pero no todas ellas reciben una prestación. De hecho, son prácticamente la mitad: 73.051. El resto no percibe este tipo de ayudas porque no tiene derecho a ellas. Muchos son parados de larga duración que agotaron la prestación hace meses o años y buscan cómo sobrevivir en un mercado laboral liderado por el sector servicios.
Ningún parado en España, de media, llega ni a mileurista. Solo hay cinco provincias en las que superan los 900 euros mensuales (Álava, Baleares, Barcelona, Navarra y Ceuta) y, en el polo opuesto, hay también provincias donde no se alcanzan ni los 800 euros como Badajoz.
En cualquier caso, la situación actual es mejor que la existente antes de la pandemia pues en julio de 2019 la cuantía media de la prestación contributiva por desempleo por beneficiario en Málaga era de 755 euros. Dicho de otra forma, los desempleados malagueños cuentan ahora, tres años más tarde, con 66 euros más al mes en sus bolsillos, pero les debe estar sirviendo de poco porque todo está muchísimo más caro que en el verano de 2019. Al Estado, la factura del paro en Málaga le ha salido en julio por 59,9 millones de euros y, en todo el país, se ha elevado a 1.643 millones de euros.