Con un final de infarto se ha impuesto el Unicaja de Málaga en la pista del Monbus Obradoiro por 86-87 para sumar su quinta victoria del curso. Este triunfo lleva el sello de los conseguidos lejos del Carpena, con sufrimiento hasta el final, en un choque muy igualado desde principio a fin de los cuarenta minutos de juego y muy polémico que Rubén Guerrero pudo mandar a la prórroga pero falló su segundo tiro libro a falta de un segundo.
Los gallegos dominaron en el arranque del último cuarto, pero en la recta final acusaron las ausencias de Westermann, que había pedido el cambio mediado el tercero, y, sobre todo, las de Brender y Álex Suárez, con cinco faltas. Y ahí apareció el bosnio Nihad Djedovic para matar al equipo santiagués, descentrado por la actuación arbitral.
Con un parcial 8-0 de salida, el Obradoiro castigó a su rival, que además perdió muy pronto al pívot brasileño Augusto Lima, al que Ibon Navarro tuvo que sentar a los dos minutos de juego porque se cargó de faltas personales.
El croata Dragan Bender, con su segundo triple, amplió un poco la venta (11-2), aunque el Unicaja no tardó en reaccionar. Subió su nivel defensivo y en ataque empezó a dominar el rebote. El marcador volvió a estar igualado después de un parcial 3-12 (14-14).
La segunda unidad del Unicaja le dio el mando del electrónico hasta que Bender apareció de nuevo en escena. Navarro pidió tiempo muerto, pero el Obradoiro continuó castigando su defensa desde la línea de tres puntos (35-31).
El choque tenía color blanquiazul hasta que el trío arbitral, despedido por una sonora pitada al descanso, agitó a los locales con dos faltas muy protestadas por Moncho Fernández y una posterior técnica al lituano Blazevic que terminó desquiciando al entrenador santiagués. Pese a todo, un triple sobre la bocina de Walker permitió al Obradoiro alcanzar el intermedio por delante (45-44).
La dirección de Leo Westermann y el juego en la pintura de Bender dieron aire al Obradoiro en ataque. El ritmo anotador era altísimo pero ninguno se despegaba, con el Unicaja haciendo daño con su rebote ofensivo. Apoyado en su excelente defensa, el Obradoiro pegó un pequeño estirón (62-55) que encontró una rápida respuesta malagueña coincidiendo con la ausencia en pista de Bender y Westermann, que había pedido el cambio.
Los triples sostenían al Obradoiro, incapaz de frenar a Perry. La igualdad era máxima. Moncho Fernández devolvió a pista a Bender y una antideportiva a Carter dañó al Unicaja después de cinco puntos seguidos de Álvaro Muñoz (78-70, min.33). Navarro paró el encuentro, y acto seguido los colegiados señalaron una técnica al banquillo local por protestar que incendió Sar.
Con Westermann sentado por sus molestias, el drama gallego aumentó por la quinta falta de Bender. Unicaja también perdió a Lima por una falta en ataque cuando su equipo buscaba el empate (82-80). Lo arregló Brizuela, y el técnico local paró de nuevo el choque para refrescar las ideas de los suyos, atascados en ataque.
Djedovic siguió con su particular recital y a Moncho Fernández, desesperado con el arbitraje, le pitaron una técnica. A falta de minuto y medio, Unicaja tenía la victoria en su bolsillo (82-87) pero un triple imposible de Philip Scrubb dio vida al Obradoiro, que tuvo una canasta fácil de Guerrero para empatar y un triple de Thomas para forzar la prórroga o incluso ganar.
Al partido, eterno por las continuas revisiones, le faltaba poco más de un segundo. Los locales forzaron una falta, pero Rubén Guerrero falló el segundo tiro libre. Ahí se enterraron las opciones del Obradoiro.
Ficha técnica:
86 - Monbus Obradoiro (20+25+22+14): Westermann (5), Philip Scrubb (5), Thomas Scrubb (9), Álex Suárez (13) y Bender (23) -equipo titular- Paige (2), Blazevic, Walker (9), Vicedo (5), Guerrero (3), Zurbriggen (4) y Muñoz (8).
87 - Unicaja (20+24+19+): Díaz (5), Ejirn (4), Djedovic (12), Kalinoski (4) y Lima (4) -equipo titular- Kravisk (11), Barreiro (3), Osetkowski (14), Carter (6), Thomas (2), Perry (16) y Brizuela (6).
Árbitros:Jordi Aliaga, Arnau Padrós y Vicente Martínez.
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 4.972 espectadores.