Jaime Fernández tiene la sonrisa de los jugones. Y si él sonríe, Unicaja es feliz. Por eso el conjunto cajista celebró la vuelta a la competición y a un Carpena con público con una victoria más cómoda de lo esperado sobre Monbus Obradoiro (91-79). Gracias al base madrileño, la vida fue mucho más fácil. Porque Jaime flotó sobre la cancha verde, lanzó con una suficiencia que recuerda a su mejor versión y dejó bonitos destellos de baloncesto que hacen tener esperanza de cara al futuro.
Con él, Unicaja fue más equipo y consiguió ganar a un rival más rocoso de lo que lo pareció sobre la pista malagueña. Jaime anotó 22 puntos para un total de 32 de valoración. Y encontró un buen escudero en Axel Bouteille, con 16 puntos. También buena puesta en escena de Norris Cole con 14 puntos, que disipó algunas dudas que sí dejó en pretemporada. Entre ambos cocinaron un triunfo que hace comenzar la temporada con buen pie y que eleva las expectativas del equipo de Fotis Katsikaris.
De nada sirvió el buen partido del excajista Viny Okouo, que anotó 17 puntos y completó 21 de valoración. Era el día de Jaime y del Unicaja, que necesitaba acrecentar su buena onda de la pretemporada con un triunfo. Las cosas no llegan solas y este triunfo es la consecución del buen trabajo desde los despachos al parqué.
Buen inicio
El partido comenzó con ritmo, con intensidad y con muchas ganas. Con Jaime en la dirección de juego, este Unicaja puede soñar. Porque el base madrileño está de dulce y comenzó a mover la maquinaria cajista. Buenos pases, acierto de cara al aro y liderazgo. Sin embargo, no encontraba la conexión con el pívot como sí sucedió tantas veces en pretemporada.
Apareció Cole, bien Barreiro y algo más gris Michael Eric, que no fue tan buscado como en los primeros compases del partido. Al Unicaja le beneficia ir a un partido a puntuación alta. Y aunque flaqueó por momentos en defensa, mantuvo el nivel de cara al aro rival. El primer asalto se saldó con un 23-19 donde los 10 puntos de Ellenson mantenían con vida a Obradoiro.
Pero el ala-pívot norteamericano no podía jugar todo el partido. Y en el momento que se despistó el conjunto gallego, Unicaja ya había metido la directa. Acierto de Bouteille y Francis desde el triple, mejores minutos de Eric en el pasillo interior y Jaime, que seguía de dulce con nueve puntos. Un triplazo de Alonso ponía la máxima al descanso (49-35) con una exhibición de Fernández con 20 de valoración.
Y nada más comenzar la segunda mitad, dos triples -Cole y Bouteille- para poner la directa y la máxima a 20 puntos de distancia (55-35). Metió un parcial de 0-8 Obradoiro, pero Cole lo frenó con un triple (60-48). La distancia se redujo a 10 puntos (62-52). Pero Unicaja reaccionó para frenar la sangría y dejar el cuarto en 67-55.
En el último cuarto, Unicaja no se dejó sorprender. Y todo se encaminó para que Jaime hiciera crecer su condición de líder. El base aumentó sus dígitos con ocho puntos más. Y llevó a Unicaja hacia la primera victoria del curso en el primer partido, aunque maquilló el conjunto de Moncho Fernández el resultado final (91-79). Mejor comienzo imposible. Próxima parada, el jueves contra Lenovo Tenerife en tierras canarias (21.30 horas).