Al Málaga CF hoy día, con lo que tiene, no le da para ascender. Ni tampoco vía playoff. Porque el conjunto malaguista salió desnudado por el Córdoba CF del Arcángel en un partido que perdió 1-0 y en el que sólo en el arranque tuvo algo de lo que se le supone a un conjunto aspirante al ascenso. La derrota lo aleja de forma definitiva también ya de la segunda plaza y deja una imagen preocupante, de un equipo incapaz de de acercarse a la victoria en los dos últimos partidos, y de plantarle cara a un serio aspirante a estar la temporada que viene en Segunda División.
Sólo durante los primeros minutos del duelo el Málaga estuvo a la altura de la tarde que se le presentaba, con varias ocasiones claras. Pero después se fue diluyendo en el partido hasta desaparecer por completo en la segunda mitad, permitiendo un gol imperdonable a balón parado de Albarrán, sin colmillo ninguno yendo por detrás en el marcador, aunque tuviera el empate en la última jugada del partido.
Parece que Pellicer le ha cogido la medida al once y sólo introdujo un cambio con respecto a los dos últimos partidos. El relevo fue algo conservador, porque apostó por Murillo en el lateral derecho en detrimento de Gabilondo.
La puesta en escena del Málaga fue mejor que la del Córdoba. Al cuarto de hora Roberto tuvo un cabezazo al palo; un tirazó de Víctor García; Larrubia un mano a mano que se le fue por un mal control y Kevin un zapatazo lejando que Carlos Marín tuvo que mandar a córner. En el Córdoba, Adilson reclamó penalti por una falta de Manu Molina. El árbitro estaba encima de la jugada y dijo que había que seguir. El partido tuvo mucho ritmo en sus inicios, con dos equipos buscando la portería contraria sin complejos. Y en el 20 la tuvo muy clara Adilson, que dribló a Alfonso Herrero pero se escoró demasiado y la defensa malaguista estuvo rápida y en su sitio.
En el 23' Roberto vio la quinta amarilla en una entrada a destiempo casi en el córner. Innecesaria y evitable. Si le faltaba al Málaga dominio, control del partido, que la pelota estuviera más tiempo en las botas de Manu Molina o Dani Lorenzo.
Pero el duelo se fue volcando poco a poco hacia la portería de Alfonso Herrero. El Córdoba cogió los mandos y fue empujando al Málaga hacia su área. Kuki Zalazar era omnipresente y Adilsón hacía daño entrando por la derecha de la defensa malaguista. Aun así, no terminaron los de Iván Ania de cuajar ocasiones claras. Sí la tuvo Larrubia cerca del descanso con un disparo lejano marca de la casa.
Ni rastro del Málaga en la segunda parte
Sergio Pellicer dejó en el vestuario a Murillo para meter a Gabilondo en la segunda mitad y el arranque del Málaga fue un desastre. Dos ocasiones seguidas del Córdoba, al segunda con Adilson percutiendo de fuera hacia dentro y cediéndosela a Carracedo, que falló con todo a favor. Tapó bien Herrero. Poco después Manu Molina también vio la quinta amarilla. El Málaga estaba desbordado. Muy por debajo del Córdoba.
Y en el 57' llegó una acción impropia de un equipo que quiera aspirar a algo. Kuki Zalazar puso un córner desde la derecha de Alfonso Herrero al segundo palo y allí saltó Albarrán, que se deshizo como quiso de Gabilondo para rematar y adelantar al Córdoba. El Málaga era un desastre.
Pellicer acto seguido le dio carrete a Ramón por Manu Molina y poco después quitó a Genaro para meter a Dioni. Se la jugaba sin red prácticamente, con el de Órgiva y Dani Lorenzo con más de veinte minutos por delante. Pero el Córdoba tenía en el banquillo al pichichi Casas y a Simo, a los que Iván Ania mandó al verde.
Dio un paso adelante el Málaga por inercia, pero fue incapaz de inquietar, de crear peligro, de generar en ataque. Era un bloque muy sólido el Córdoba que no daba ninguna opción. Sabía que estaba dando un golpe definitivo a la segunda plaza porque el Ibiza además había perdido por la mañana en Antequera.
Herrero salvaba el segundo en un disparo al palo corto de Antonio Casas en el 85'. Pero el empate pudo llegar a la heroica, en un córner en el que Herrero subió a rematar. Era el minuto 94, dos malaguistas se estorbaron en el remate pero la pelota quedó muerta para Gabilondo, que remató y el rechace se quedó suelto en el área de nuevo. El remate forzado de Antoñito Cordero murió en las manos de Carlos Marín, en las mismas que murió el partido y las esperanzas del Málaga de intentar darle caza al Córdoba. No hubiera sido lo real. El Málaga salió desnudo en del Arcángel, de nuevo ante varios miles de malaguistas, y Pellicer tiene trabajo por delante si quiere que su equipo pelee con garantías el ascenso. A falta de un mes para que llegue, con lo que hay no da.