Es un vínculo especial, irremediable, hasta el menos cofrade siente algo por Nuestro Padre Jesús Cautivo. El Señor de la túnica blanca tiene algo especial con el pueblo malagueño, que acude a la cita cada Lunes Santo para reencontrarse con él.
Dos años de pandemia no han hecho que este vínculo se rompa. Todo lo contrario. Se ha hecho más fuerte. Cientos de malagueños esperaban por el barrio de la Trinidad, puente de la Aurora e incluso calle Especerías durante las horas previas a su salida procesional, fijada a las 17.20 horas.
Cientos de malagueños se agolpaban, especialmente, en las inmediaciones de calle Mármoles, justo en la esquina de calle Carril. A falta de una hora y cuarenta minutos para que la cruz guía del Cautivo llegara a esta zona, los vecinos y devotos ocupaban la primera fila de una gran parte de la vía con sus sillas de playa. Daba igual la espera, tenían que agradecerle al Cautivo todo lo que este ha hecho por ellos durante la pandemia.
A las 17:00 horas, las filas de personas esperando al Señor de Málaga y a la Virgen de la Trinidad se acumulaban hasta el comienzo de calle Cisneros donde, según el itinerario, la cruz guía debe estar a las 19.30 horas.