La joven coreógrafa Lena Zafra había bailado en algunos de los escenarios más multitudinarios de la escena española cuando llegó la pandemia, todo paró, y sintió "la necesidad de conectar de una manera más fuerte con mi casa, mi escuela, y a la vez seguir experimentando para seguir creciendo". Fue así como creó el proyecto Enjoy the process -en español, "Disfruta el proceso"- en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (ESAEM).
Se trata de un "laboratorio artístico y creativo", según lo define Zafra en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, en el que reinterpretan de manera multidisciplinar la obra de un artista musical: primero, fueron las canciones de la rapera Mala Rodríguez; luego, los temas de la cantaora María José Llergo; pero nunca el propio artista se había involucrado personalmente en su reinterpretación.
Así ha ocurrido en la tercera edición de este proyecto, con un grupo de orígenes diversos pero pegamento malagueño: Çantamarta. La banda -conformada por Benito Casado (productor granadino), Omar Roldán (productor cordobés) y Luis Lozano (cantautor colombovenezolano)- respondió a la llamada de Lena Zafra y han formado parte de ese proceso creativo hasta acabar el pasado fin de semana -al terminar de grabar tras tres fines de semana de trabajo- abrazados a los alumnos de la escuela con lágrimas en los ojos.
"Nunca había trabajado en este proyecto con el propio artista, te comentan y te comparten, pero normalmente no nos abren su arte de esta manera como Çantamarta", afirma Zafra, que defiende que uno de los objetivos de Enjoy the process es reunir el talento emergente de la escuela con el del exterior y aprovechar el talento presente en todo tipo de disciplinas: "Los alumnos son súper versátiles, se puede hacer cualquier cosa con ellos", señala.
Estos estudiantes, que cuenta con este proyecto como opción fuera del programa académico, tienen así la oportunidad de "que se descubran a sí mismos, sin miedo, que encuentren su identidad artística", defiende la directora del proyecto. Y fue justo por esa "magia de hacer cosas poco a poco" y la obsesión de Zafra por "la esencia de las cosas, algo que tenga muchas raices" por lo que el grupo caribeño andaluz cayó de pie en la iniciativa.
"Nos parecía un proyecto chévere y nos venía en un momento interesante, porque estamos en un punto en que no queremos dejar de probar cosas nuevas. Siempre hemos sido muy abiertos a que se utilice nuestra música para diferentes adaptaciones", indica a este periódico el cantante y compositor de Çantamarta Luis Lozano.
Cuando en diciembre se unieron a su propio Enjoy the process de la ESAEM, su mayor sorpresa fue "ver que había un gentío trabajando en el proyecto": "Como artista, te sorprende un poco porque estás viendo la disciplina y el rigor que hay tras una idea que se inspira sobre lo que tú haces", afirma Lozano. "Lo más bonito es poder inspirar a personas creativas y aprender de ellas", remata.
Desde su perspectiva, en esta academia "variopinta y heterogénea" se ha creado una "sinergia bonita" entre diferentes rangos de edad y diferentes disciplinas. "Nos han dado mucho combustible para seguir echando para alante y seguir creando", prevé el vocalista de Çantamarta.
"Han tenido implicación máxima desde el minuto uno. Sabía que iban a ser enrrollados y les iba a gustar, pero que han estado trabajando desde el minuto uno", resume Lena Zafra, que define el proyecto como "súper bonito y enriquecedor". Las reinterpretaciones escénicas de las canciones del grupo caribeño-andaluz ya están grabadas, pero habrá que esperar al menos hasta primavera para su publicación.
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