Desde que cantara 'La casa de Inés' en Operación Triunfo 1, hace ya veinte años, a David Bisbal le ha dado tiempo a cumplir muchos sueños, aunque no todos los que estaban en su inmensa lista. Entre los que le quedaban por cumplir estaba realizar una gira de conciertos filarmónicos junto a la orquesta de su ciudad natal querida: Almería. Un sueño que al fin ha podido construir de la mano de Cosentino, que ha llevado al artista a Madrid, Almería, Granada y, por último, Málaga, donde este miércoles puso el punto final a este corto pero intenso ciclo musical.
“Estos cuatro conciertos son un sueño para mí. Esta es mi tierra, aquí me siento en casa”, declaraba el artista bajo la imponente obra pictórica de Ferrándiz, en el Teatro Cervantes. El almeriense comenzó el concierto interpretando Esclavo de tus besos, No amanece y Caminaré engalanado con un esmoquin negro y camisa blanca acorde a la elegancia que la ocasión requería.
Al cantante se le hacía cada vez más pequeño el escenario por cada minuto de concierto que pasaba puesto que se crecía de la mano de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) y sus más de treinta músicos dirigidos por Michael Thomas, para el que el andaluz no tenía más que palabras bonitas, abrazos y aplausos. "Hacen un trabajo maravilloso", recordaba el artista.
Sin embargo, las verdaderas ovaciones vinieron de sus baladas más clásicas: Mi Princesa, dedicada a su pequeña Ella, El Ruido, Culpable y, sobre todo, Dígale, que levantó al público de sus asientos con un aplauso que se alargó bastante. "Esto suena a banda sonora de película premiada", comentaban desde el público.
El artista demostró su impecable calidad vocal, a pesar del paso del tiempo, y su capacidad de emocionar a los presentes, entre los que se encontraba el alcalde de Málaga Francisco de la Torre, que disfrutó del almeriense desde uno de los palcos de la primera planta del recinto.
Pese a que durante el concierto sonaron temas míticos como Quiero perderme en tu cuerpo, Me derrumbo o Esta ausencia, muchos de sus seguidores opinaban que las canciones que se interpretaron parecían nuevas gracias a los arreglos que se han realizado para la gira por Juan Cruz-Guevara y gracias a la OCAL, que volvió a demostrar una vez más su gran capacidad de adaptación musical.
De hecho, el concierto estuvo dividido en tres partes y cada una de ellas la encabezaba una composición original de Cruz-Guevara como homenaje a Cosentino, la empresa promotora de la gira. Cuando la tocaban, además, el público podía ver proyectado sobre el forillo imágenes de Almería. "Si hay algo que me encanta es navegar por géneros que no son el mío, más ligado el pop. Gracias a la OCAL por acompañarme de esta manera tan especial", comentaba el artista.
Y con la tercera parte llegó un discreto cambio de vestuario como 'pista' de lo que vendría después. El artista eligió una americana con solapas de lentejuelas negras para iniciar la que sería la parte más divertida del concierto, porque sí, en un concierto filarmónico también se pueden dar esas vueltas que lo llevaron a la fama mientras interpretaba Bulería. Tampoco faltaron temas que, según el artista, siempre son los más coreados: Si tú la quieres y Ave María. El patio de butacas lo dio todo bailando, eso sí, siempre con mascarilla.
"Si hay que agradecer algo a la pandemia es que esté poniendo de moda este tipo de conciertos íntimos con un artista cercano al público. A ver si se animan más a venir al Cervantes porque ha sido precioso disfrutarlo en un sitio como este", relataba una seguidora a la salida del concierto en el teatro que, por cierto, estuvo lleno hasta la bandera. El último en anunciar gira de teatros ha sido el malagueño Pablo Alborán, pero aún se desconoce por qué ciudades y recintos pasará.
El artista cerró su actuación entre rosas que le tiraban desde el club de fans 'Siempre Contigo', que le acompaña allá por donde va, y con las banderas de Inglaterra y de Andalucía enrrolladas al cuello tras lanzárselas desde la primera fila. Feliz por cumplir su sueño, pero con "algo de tristeza" porque se acababa, el almeriense se despedía de un Cervantes que nunca olvidará lo vivido este 8 de diciembre aprovechando para felicitar a los malagueños las fiestas navideñas.