La organización ecologista Greenpeace ha elegido la mayor laguna artificial de Europa, que está localizada en la provincia de Málaga, para denunciar el "derroche" de agua del que es protagonista el turismo "intensivo"en España.
A modo de ejemplo de este gasto "insostenible", el colectivo ha hablado de la lámina de agua existente en el municipio de Casares, que cuenta con una superficie de 1,4 hectáreas. De acuerdo con los datos aportados, este espacio requiere unos 28.000 metros cúbicos de agua para su llenado, "el equivalente al consumo medio diario de unas 215.000 personas".
Greenpeace se ha desplazado a este enclave para denunciar el "sinsentido" de este tipo de instalaciones, más aún en un territorio que se encuentra en una situación grave de sequía. Para constatar este hecho, informan de que a fecha de este lunes, 24 de junio, el agua embalsada en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas era de 360 hm3 (30% de su capacidad), 30 menos que el año anterior y muy por debajo de la media de los últimos 10 años.
"Estando en una situación de agua embalsada peor que la del año pasado, la Junta de Andalucía ha permitido, en la Comisión de la Gestión de la Sequía, el llenado de piscinas privadas para el Campo de Gibraltar, Málaga capital, la Axarquía, y la Costa del Sol Occidental", ha denunciado Luis Berranquero, delegado de Greenpeace en Andalucía, quien recuerda que, según el Catastro 2024, la provincia cuenta con más de 80.000 piscinas descubiertas.
En este contexto, la organización ecologista urge a realizar un cambio de modelo turístico. Según la información aportada, mientras que en España se estima que una persona residente consume 127 litros al día de agua (consumo directo e indirecto asociado a productos y servicios), una persona turista alcanza los 450-800 litros al día, al sumarse al consumo indirecto el derivado del uso de instalaciones como piscinas, saunas, riego de zonas verdes, lavanderías o climatización.