¿Es posible rebajar la frecuencia de paso de los trenes de la línea de Cercanías Málaga-Fuengirola a 15 minutos? Este es el compromiso que, de manera sorpresiva, ha asumido el ministro de Transporte, Óscar Puente, quien en una comparecencia en la Comisión de Movilidad del Congreso de los Diputados, ha confirmado que su departamento ya trabaja en esta línea.
Una labor que no se antojos ni sencilla ni corta en el tiempo. Porque para reducir esos 5 minutos en los tiempos de paso, el propio Puente admite que será necesario desdoblar la vía en aquellos tramos que se mantiene con una sola vía. "Estamos en ello y vamos a cumplir ese compromiso", afirmó en su intervención.
Lo que por el momento no ha hecho el ministro es aportar detalles sobre cómo se va a proceder en esta dirección ni los plazos que ello va a requerir ni las inversiones que serán necesarias. Para ello habrá que esperar a que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) finalice los trabajos impulsados en 2022 en el marco de un estudio funcional para la mejora de la operativa y la fiabilidad de la C1 de Málaga.
Según confirman desde el organismo estatal, una primera fase de ese trabajo ya está en manos del Ministerio de Transporte. En la misma, "se detallan las actuaciones más urgentes". Lo que se encuentra en redacción es la segunda fase, "más amplia", en la que se están estudiando "todas las posibilidades de duplicación de vía a lo largo de la línea, con el objetivo de mejorar sus tiempos de viaje".
Esta continuación de los trabajos se ha iniciado con el levantamiento topográfico en las zonas de vía única de la línea, que permitirán estudiar las posibles actuaciones a realizar para mejorar la cadencia de circulaciones por esta línea.
La puesta sobre la mesa de la propuesta se produce apenas unas semanas después de que se diese a conocer un estudio elaborado por la consultora ARCS, con análisis de impacto de Analistas Económicos de Unicaja Banco, en el que se defiende como principal solución a los problemas de movilidad que presenta la Costa del Sol Occidental la construcción de una nueva infraestructura que permita llegar desde el aeropuerto hasta Marbella en un tren de velocidad alta.
El planteamiento que ahora verbaliza el Gobierno no es nuevo. Ya en tiempos del PP al frente del Gobierno, con Íñigo de la Serna como ministro, se apuntó en esta dirección. El problema con el que se encuentra cualquier administración que quiera dar el paso es la escasez del espacio.
Hay que recordar que sobre los 30 kilómetros de traza que van hasta Fuengirola, casi 20 kilómetros tienen doble vía, lo que supone el 65% de todo el recorrido. El otro 35% sigue en vía única porque cuando se acometieron los trabajos (entre los años 2005 y 2009) se vio la dificultad de ampliar muchos tramos. Principalmente, por la proximidad de viviendas y carreteras.
Compromiso anteriores
Y esta realidad física no parece haber cambiado. Sea como fuere, son muchas las veces en las que se ha planteado la posibilidad de mejorar los tiempos de paso de esta línea, una de las más rentables del país y claramente desbordada en ciertos momentos debido al elevado número de pasajeros que la utilizan.
A modo de ejemplo. Quien fuera ministro de Fomento en la etapa de Gobierno del PP Francisco Álvarez Cascos llegó a asegurar en 2003, coincidiendo con el arranque de las obras de desdoblamiento de la línea, que la frecuencia pasaría de 30 a 12 minutos. Aunque con cierto margen, la mejora fue mantenida años más tarde por Magdalena Álvarez, quien de manera reiterada dijo que la obra iba a hacer posible pasar cada 15 minutos.
Sin embargo, estas previsiones acabaron siendo modificadas al alza en 2010 por el director general de Viajeros de Renfe, Enrique Urkijo, quien explicó que una vez finalizados los trabajos de adecuación de las vías, los trenes iban a pasar con un intervalo de 20 minutos, que es el que se mantiene hasta la fecha. Eso sí, hubo que esperar a septiembre de 2011, para que entrasen en vigor esos tiempos de manera ordinaria (antes se realizaron experiencias en Semana Santa y Feria).
Expertos consultados por este periódico ponen en duda la posibilidad real de ir adelante con el plan expuesto por el ministro. "No solo es cuestión de desdoblamiento, es también de tener en cuenta que muchas estaciones son simples apeaderos", apuntan, al tiempo que se preguntan: "¿Y lo de los 15 minutos, cómo?".
Otros, como el ingeniero Carlos Miró, sí defiende el paso adelante. "Aún siendo una obra costosa es posible y necesaria, pero hace falta la colaboración de todas las administraciones", expone, remarcando la importancia de que los ayuntamientos la reclamen y gestionen “las complejas soluciones constructivas sin añadir descrédito”.
El último estudio sobre la posibilidad de llevar el tren a Marbella abunda en las dudas sobre el camino apuntado por el Gobierno, señalando que tras el desdoblamiento realizado en buena parte del trazado "las posibilidades de ampliación son reducidas y costosas".
"Es así que, partiendo de la validez del subtramo que se inicia en Málaga y llega al Aeropuerto, los restantes 22,5 km de la línea C1 no disponen de las condiciones que hoy resultan ya necesarias y, a la vez, sus posibilidades de ampliación y mejora son escasas y complicadas, particularmente en lo referente a las estaciones y simples apeaderos actuales en los que, en bastantes casos, la parada del tren bloquea el funcionamiento de la línea en los dos sentidos, sin que la creación de simples vías de apartado aparezca como viable por las edificaciones inmediatas en la mayoría de los casos", se destaca en el documento.