Los todavía jóvenes que andan entre la generación millennial y la Z han capeado mientras se hacían adultos tres crisis que han echado por tierra todas las expectativas vitales que les insuflaron de pequeños. Muchos estudios hablan de que estos hombres y mujeres, nativos digitales, están desencantados, pero son sumamente inconformistas y no le temen nada a los cambios, ni siquiera si conllevan abandonar una ciudad emergente rumbo a un pueblo para darle un giro completo a sus vidas.
Un centenar de personas se ha puesto en marcha con este objetivo de la mano de 'Metapueblos, Más allá de la ciudad', un proyecto impulsado por la Diputación de Málaga que propone itinerarios formativos incentivados por la inmersión rural.
Este plan permitirá a los participantes formarse en cuatro sectores emergentes en los pueblos: la bioconstrucción, la economía sénior, la agroecología y las energías renovables. En concreto, del centenar de solicitudes recibidas, se seleccionarán a 20 personas.
A finales de septiembre, comenzarán con las charlas motivacionales grupales de introducción a cada materia y las mesas redondas y, tras ellas, vendrán cinco semanas y media de prácticas mentorizadas en empresas de la Axarquía y de la Serranía de Ronda que colaboran en este proyecto.
PERFIL DE LOS SOLICITANTES
Esta propuesta ha desperado la curiosidad, sobre todo, de jóvenes. Por una parte, de "urbanitas que quieren labrarse un porvenir en los pueblos malagueños" y, por otra, "de residentes que quieren formarse para mejorar su empleabilidad en sus municipios de origen", explica Antonia Ledesma, vicepresidenta de Ciudadanía y Equilibrio Territorial de la Diputación.
La media de edad de las solicitudes presentadas es de 32 años. El 71% son de jóvenes que quieren aprovechar para dar un giro profesional a sus vidas mientras que el 29% restante son de personas que están dispuestas a buscar una oportunidad de mejorar su empleo en un pueblo acompañados de sus parejas.
Por sexos, hay prácticamente paridad. El 51,3% de solicitudes son de mujeres, con una media de edad de 33 años, frente al 48,7% de hombres con una media de 31 años. En cuanto a los niveles formativos de las personas aspirantes, van desde el bachillerato hasta grados y másteres en distintas materias tanto de carreras universitarias como de Formación Profesional.
Un 19% de las solicitudes son de personas extranjeras residentes en la provincia, otro 38,15% son de Málaga capital y los restantes provienen de municipios tanto de la costa como del interior y de otras provincias de Andalucía como Cádiz o Sevilla.