El norte de África se convierte en referencia estratégica de presente y futuro para el puerto de Málaga, que ya ultima la puesta en funcionamiento de una línea regular de mercancías con Tánger y trata de tomar posiciones para cuanto entre en servicio a lo largo de 2023 el nuevo puerto Nador West.
"Para nosotros es estratégico estar bien colocados, porque con el posicionamiento industrial que está habiendo desde el extremo oriente hasta zonas más cercanas, cada vez va a ser más importante el tráfico con el norte y oeste de África", confirma el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
De acuerdo con las previsiones manejadas, es posible que a lo largo del mes de enero o febrero empiece a funcionar una línea regular de mercancías con Tánger. Para tomar verdadera dimensión del paso que ello puede suponer, Rubio recuerda que "sólo la zona industrial de Tánger Med son 500 kilómetros cuadrados; lo que se está desarrollando ahí es tremendo".
Y a este dato, otro más. "El tráfico entre Marruecos y Europa ha ido creciendo a tasas de dos dígitos en los últimos años; esperaban que para 2025 se alcanzasen las 500.000 plataformas al año, pero nos han confirmado que esa cifra se va a alcanzar a mediados de 2023", subraya el presidente del puerto malagueño, que apostilla: "Ese tráfico está creciendo a un ritmo tan grande que el puerto de Málaga tiene que jugar un papel destacado".
"Ese tráfico (entre Marruecos y Europa) está creciendo a un ritmo tan grande que el puerto de Málaga tiene que jugar un papel destacado"
El primer paso es Tánger; el segundo debe ser Nador West Med, con el que se quiere "establecer relaciones". La infraestructura, que avanza en su materialización, está pensada para procesar tres millones de contenedores (TEU equivalentes a 20 pies), con la posibilidad de aumentar esta capacidad en dos millones de contenedores adicionales; 25 millones de toneladas de hidrocarburos, 7 millones de toneladas de carbón y 3 millones de productos diversos.
Todo ello abre una ventana de oportunidades al crecimiento de las operaciones del puerto de la capital de la Costa del Sol. Una de ellas está relacionada con el envío de mercancías a Asia, territorio con el que el recinto malagueño no tiene línea directa.
"Si tuviéramos un enlace diario con Tánger podríamos enlazar allí con las líneas de Asia y dar salida a cárnicas como Famadesa o Prolongo, que ahora se tienen que ir a Valencia o Algeciras", destaca Rubio.
Más de 500.000 pasajeros de cruceros para 2023
Es sin duda una de las vías de mayor interés para el puerto de la capital de la Costa del Sol y en la que se viene trabajando desde hace meses. Todo ello en un ejercicio, el que está a punto de expirar, que a juicio de Rubio ha sido "razonablemente bueno".
"Empezamos muy fuertes con el tema de las mercancías, sobre todo con los contenedores, pero a partir de agosto la contracción que está habiendo en el mercado mundial nos ha afectado mucho y notamos un descenso importante", explica. La dinámica en el caso de los cruceros y los pasajeros ha sido la contraria.
De unos inicios marcados por la variante Ómicron, que se dejó sentir en unos bajos niveles de ocupación en los buques, a un repunte considerable, que va a permitir despedir el año con algo menos de 400.000 viajeros. Este parámetro sigue lejos, por ejemplo, de 2019; sin embargo, sí se superan las escalas, con unas 270.
Las previsiones del Puerto apuntan a un 2023 mejor en lo que a los cruceros se trata. "Estaremos por encima de las 320 escalas y en pasajeros bastante por encima de los 500.000", valora el presidente de la entidad, quien admite que es una cifra muy alejada del año en que Málaga fue puerto base de Royal Caribbean.
La Autoridad Portuaria viene trabajando desde hace meses en el intento de que algunas de las grandes navieras mundiales recuperen el puerto malagueño como base de sus cruceros. Por el momento, sin resultados, como demuestra el hecho de que en 2023 se prevean apenas unos 100.000 pasajeros en base.
"Esa es nuestra prioridad; Málaga reúne unas condiciones ideales para serlo, ya que dispone de un aeropuerto muy bien conectado, una planta hotelera importante y unas terminales perfectamente preparadas", admite. Pese a las bondades de la ciudad, la realidad es adversa. ¿Por qué? Según Rubio, influye mucho "la inercia", teniendo ventaja a día de hoy puertos como Barcelona, Canarias y Baleares.