La situación del turismo en Málaga sigue siendo uno de los grandes temas que vertebran el debate político. Tras conocer la campaña que el Ayuntamiento ha presentado en colaboración a Mahos para "concienciar a los visitantes", Unidas Podemos ha presentado su moción para el pleno de mañana. En ella, defienden la necesidad de analizar la viabilidad de implantar una tasa turística en el municipio.
Para ello, proponen incluir las pernoctaciones en hoteles y viviendas turísticas, elaborando los informes pertinentes para estudiar su posible impacto en las arcas municipales y el destino de dichos ingresos, principalmente enfocados a la mejora de infraestructuras y patrimonio, así como medidas relativas a la sostenibilidad y zonas verdes.
El razonamiento que desde la formación de izquierdas plantean es el siguiente: en 2019, último año prepandémico, visitaron la ciudad más de 2,5 millones de personas que al menos hicieron noche durante un día. La media fue de 1,97 noches por persona, lo que arroja un total de más de 5 millones de pernoctaciones.
"La recaudación, con una tasa de un euro, ascendería a 5 millones de euros; con 1,5, a 7,5 millones y, con dos euros, llegaría a los 10 millones. Es evidente que contar anualmente con unos ingresos de este tipo permitiría al Ayuntamiento afrontar una serie de inversiones y políticas que mejorarían la calidad de la ciudad como destino turístico, así como la de los malagueños", explican.
Del mismo modo, aseguran que esta tasa "no parece que perjudique al turismo", pero sí que beneficia "de modo importante" a los destinos turísticos, sus residentes y el patrimonio. Para poder conseguirlo, también necesitan que la Junta de Andalucía desarrolle los informes pertinentes para elaborar un marco normativo que permita a los municipios implementar esta medida, otro de los puntos a los que instan en la moción presentada.
Asimismo, han defendido que, desde un punto de vista impositivo, "es razonable" que quien disfruta un servicio excepcional, contribuya a su mantenimiento y mejora: "No parece justo que el conjunto de la ciudadanía sostenga infraestructuras que no utilizan o usan muy esporádicamente".
Otros modelos
La aplicación de estas tasas es una práctica frecuente en varios destinos turísticos del mundo. Francia fue uno de los primeros países en gravarlo, concretamente en la ciudad de París, en 1994. Actualmente, Roma, París, Florencia, Berlín, Praga, Lisboa, Viena o Ámsterdam aplican tasas por pernoctación fijas, variables según categoría del establecimiento o porcentuales en función de la factura.
Sobre este tema, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ha expresado que lo hablarán con el sector "para posicionarnos": "Es algo sobre lo que hemos reflexionado. Si es para una finalidad de promoción y captación de un turismo de calidad y excelencia, lo veré bien", aunque ha detallado que queda por profundizar en cómo se integra dentro del ámbito legal y cuál es la opinión de las empresas vinculadas al respecto.