El 13 de junio de 2020, el destino de muchas organizaciones criminales del mundo cambió. Ese día, los usuarios de Encrochat recibieron un mensaje advirtiéndoles de que varios estados habían accedido a sus conversaciones supuestamente secretas. Encrochat era una empresa que, por 1.000€, te vendía móviles Android modificados que escondían una aplicación de mensajería encriptada.
Si no querías que nadie accediese a tus conversaciones aunque las tuvieses intervenidas por una orden judicial, ese era sin duda tu dispositivo. Y en el crimen organizado es fundamental guardar bien un secreto, por lo que era un objeto codiciado. Después de recibir el terminal, la empresa te ofrecía por 3000€ el soporte anual del servicio que incluía atención al cliente los 365 días del año, las 24 horas del día.
Tras un operativo de Europol, se descubrió que la plataforma de mensajería encriptada era utilizada por 60.000 usuarios de 140 países. Fue gracias a las policías de Francia y Países Bajos: ellos lograron hackear el sistema y comenzaron a interceptar las conversaciones entre todos los clientes de Encrochat.
Facilitó el acceso a cientos de miles de diálogos en las que se hablaba abiertamente de la coordinación de alijos de cocaína, metanfetamina, o hachís. Fue lo más light que los investigadores se encontraron: también lograron descubrir cámaras de torturas que estaban siendo utilizadas por organizaciones criminales y se evitaron varios asesinatos en Europa. Muchos de estos hechos tienen relación con España. Podremos hablar de ellos en otra ocasión.
De Malmo a Alhaurín de la Torre
Cuando Europol comenzó a enviar las comunicaciones recogidas de Encrochat a las distintas policías europeas, se iniciaron cientos de investigaciones en muchos otros países; entre ellos, España. Pero aquí nos trae una investigación que comenzó en Suecia sobre una organización criminal de Malmo que estaba enfrentada a otro clan de la misma ciudad liderada por Amir Mekky, un danés que llevaba asentado en esa localidad toda su vida y del que hablamos la semana pasada en este artículo.
Este supuesto sicario está acusado por la Fiscalía española de liderar una organización criminal que ofrecía asesinatos selectivos a otras mafias. El 19 de septiembre de este año será juzgado por el asesinato de David Ávila El Maradona en mayo de 2018, al que tirotearon cuando asistía a la comunión de su hijo. Por otro lado, está la ejecución de Sofian Mohamed El Zocato en agosto de 2018 en Estepona. Se le solicita prisión permanente revisable para él y para otros 3 miembros de su clan, en Suecia se le relaciona con 17 asesinatos y tiene conexiones al máximo nivel con Ridoaun Taghi, principal narcotraficante de los Países Bajos y líder de la Mocromaffia, que está siendo juzgado en estos últimos meses en su país.
Tras suceder esos dos hechos, y sabiendo Mekky que ya era buscado por las autoridades suecas y españolas, quiso poner tierra de por medio. Se las apañó para cruzar de España a Marruecos, donde tiene buenos contactos, para luego tomar un vuelo hacia Dubái. A las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos les consta que accedió al país el 14 de noviembre 2018 utilizando una identidad falsa. Esa huida de las autoridades españoles duró hasta el 3 de junio de 2020 cuando fue arrestado en Dubái tras coordinarse policías de Suecia, España, Reino Unido, Tailandia, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Esta curiosa mezcla de países muestran que este supuesto líder de un sicariato de Suecia era un objetivo prioritario para Interpol, fruto de las múltiples conexiones que podría llegar a tener su organización. Tras el arresto, Dubai colaboró activamente con España y en agosto de 2020 fue extraditado a Málaga a petición de la Audiencia Provincial.
Estas noticias de su captura no pasaron desapercibidas para sus rivales que no eran pocos para alguien al que se le vincula con 19 asesinatos. La organización de Mekky entre otros muchos enemigos tiene un enfrentamiento sangriento con un clan de su misma ciudad llamado La Alianza, una banda que ya intentó asesinar al capo malmogiense en 2018 en un cibercafé del centro de Malmo. El 18 de junio de 2018 unos sicarios esperaron durante una hora en su vehículo a que Mekky y sus amigos abandonasen el local que tanto frecuentaban para acribillarlos a tiros en la misma puerta.
El resultado del tiroteo fue de tres muertos y tres heridos de bala. El capo acabó herido, pero se salvó de milagro.
Todo sucedió tras el secuestro de un hermano de los boss de La Alianza. Esa vendetta no ha sido consumada por el clan, ya que no han cesado sus intentos de dinamitar la otra organización que reina en Malmo. En febrero de este año, uno de los amigos íntimos de Mekky fue asesinado a tiros por dos sicarios en el centro de Copenhague (Dinamarca). En 2020, la policía sueca ya había salvado la vida a ese mismo hombre desarticulando un comando de chavales que no sobrepasaban los 21 años y pretendían asesinarlo a tiros. Este 2022 no corrió la misma suerte.
La mayoría de los integrantes de estas dos mafias se encuentran muertos o en prisión. Los que quedan llevan ejecutándose entre ellos desde 2018.
El precio
Volviendo a Encrochat. Cuando la organización rival de Mekky constató que se encontraba detenido en Dubai, rápidamente hicieron uso del sistema de mensajería encriptada para tratar de encontrar a unos sicarios capaces de asesinarlo en la cárcel de la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre. Esas conversaciones sucedieron el 5 de junio de 2020, fue el día que oficialmente se comunicó la detención de Amir Mekky. Sus rivales planificaron con meses de antelación asesinarlo si lo extraditaban a España, y aquí se demuestra la profesionalización de estos clanes.
Un miembro de La Alianza contactó a través del móvil encriptado con un socio en España para consultarle si tenían sicarios en Málaga capaces de asesinar a Mekky en la prisión. No sería la primera vez que le preguntaban algo similar a este hombre porque le comentó al narco sueco que no conocía a nadie, pero que después de 20 minutos averiguaría algo por Málaga, que se estaba duchando. Como si fuese natural que te escriban al móvil para encuentres a personas que maten por un módico precio. Entre miembros del crimen organizado se habla con total naturalidad de asesinatos porque para ellos es algo normal: para este tipo, salir a la calle a preguntar a sus contactos por unos sicarios es ir a hacer un mandao.
Ya en abril de 2020 los altos mandos de La Alianza comentaron en sus chats los precios que pagarían por sus asesinatos selectivos, entre 50.000€ y 60.000€ pagan por matar a sus principales rivales. Es una pequeña muestra de los cientos de miles de conversaciones que las autoridades han recopilado estos años.
En el transcurso de estos dos años, La Alianza no encontró a nadie que pudiera realizar el trabajo que ellos pretendían cometer en la cárcel de Alhaurín de la Torre. Amir Mekky se encuentra ahora mismo vivo y en prisión provisional. Está esperando el juicio del 19 de septiembre en la Audiencia Provincial de Málaga, donde se decidirá si es condenado a la prisión permanente revisable. Su hermano también está acusado por el mismo caso, pero está libre desde hace pocas semanas tras pagar una fianza de 20.000€. No es posible saber quién está más seguro de los dos.