La pérgola de la discordia, instalada junto a la Iglesia de Santo Domingo, que cuenta con la máxima protección arquitectónica posible, al estar catalogada como BIC, puede tener los días contados. Pese a contar con el favor inicial del Ayuntamiento de Málaga, promotor del proyecto de reurbanización del entorno, el nivel de contestación que está generando esta estructura va en aumento.
Al cuestionamiento ya expresado en redes sociales por un movimiento creciente de ciudadanos, que ha llegado a activar una recogida de firmas a través del portal Change.org (más de 480 firmas a primera hora de este lunes), hay que sumar las dudas que despierta en la Junta de Andalucía. De hecho, fuentes cercanas a la Administración regional han confirmado a EL ESPAÑOL de Málaga su contrariedad por el impacto visual que la pérgola tiene sobre la iglesia.
La posición de la Junta en este asunto es compleja. Porque por más que se trata de un BIC el bien afectado, el mismo no cuenta con un entorno directo de protección. A esto se suma que el proyecto de la Gerencia de Urbanismo se localiza fuera del espacio del Centro histórico de la ciudad catalogado como BIC.
Todo ello hace que escape a las competencias de la Consejería de Cultura el haber informado del proyecto. Lo más que se ha hecho ha sido emitir una serie de autorizaciones relativas, exclusivamente, a los movimientos de tierra y sondeos arqueológicos realizados en la trasera del hotel NH.
“Esperamos que rectifiquen”, han expresado fuentes consultadas, que han apuntado la intención de Cultura de promover una reunión técnica con el Ayuntamiento para abordar la cuestión. Ello después de que en la última comisión de patrimonio se plantearon dudas sobre el proceder de Cultura en este asunto.
Consultado el presidente de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, uno de los colectivos con más peso técnico en asuntos de protección del patrimonio en la ciudad, José Manuel Cabra de Luna, ha informado de que en la próxima reunión del colectivo, que tiene lugar este jueves, uno de los puntos del orden del día es el relativo a la construcción de las pérgolas en Santo Domingo. Será en ese momento cuando, a priori, se podrá conocer el parecer de San Telmo en este asunto.
Queda por ver si la controversia generada en torno a esta estructura es suficiente para que el alcalde, Francisco de la Torre, pida a Urbanismo una modificación de la actuación. Cabe recordar que lo que ahora está sucediendo guarda muchas similitudes con lo ocurrido la pasada semana con la valla que la concesionaria de la marina de megayates en el muelle 1 del puerto de Málaga iba a instalar.
Fue el propio De la Torre el que pidió al presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, una rectificación, de manera que se eliminase el elemento pretendido. El mismo va a ser, finalmente, cambiado por una valla de cristal, que no impida la visión de la bahía.
Los trabajos que se desarrollan actualmente en la Plaza de Santo Domingo, lugar de celebración el Jueves Santo del traslado del Cristo de la Buena Muerte por parte de la Legión, se iniciaron el pasado mes de noviembre. El ámbito de intervención incluye las plazas Religiosa Filipense Dolores Márquez, de la Legión Española y de Fray Alonso de Tomás. El coste ronda los 933.000 euros, siendo el plazo de seis meses.
Uno de los detalles de esta intervención es que forma parte del plan de fondos europeos Edusi, lo que obligó a que fuese objeto de discusión y consenso con colectivos sociales y vecinales de la zona. Un periodo de consulta en el que no se cuestionó la colocación de estas pérgolas.
La actuación programada, atendiendo a los informes de los técnicos municipales, busca renovar un espacio urbano "de paso" que suele estar vacío prácticamente todo el año, "llegando al lleno más absoluto el Jueves Santo, cuando la Legión realiza el traslado para sacar al Cristo de la Buena Muerte por las calles de Málaga".
El objetivo no es otro que el de recuperar la calidad urbana y su ordenación, al tratarse de un emplazamiento "devaluado por el clima de deterioro social entre vecinos y visitantes, para transformarlo en otro de mayores oportunidades y calidad". Y para ello se apuesta por una rehabilitación que haga de estas plazas un entorno "amable, protegido del sol con mobiliario urbano accesible y disfrutable por todos".