Este viernes se hizo pública la candidatura de Barcelona a acoger la Copa América de Vela 2024. Algo que hace unos días se veía complicado por los equilibrios políticos en el Ayuntamiento barcelonés. Un nuevo episodio en la pugna entre Málaga, que lleva meses presentando credenciales para el evento, y la capital catalana.
El mantra de que Málaga es la nueva Barcelona resuena de forma habitual, pero en la Costa del Sol se trata de huir de ese ejemplo. Sin embargo, en los últimos meses se han dado algunas luchas entre ciudades por atraer inversiones. El penúltimo capítulo del serial, la subsede del Hermitage.
Ahora, con la candidatura por la Copa América de Vela, se presenta otro. Mientras en Barcelona hace apenas unas semanas han dejado escapar la celebración de la World Race 2023, ahora claman por ser la sede de la vuelta a la normalidad de la America's Cup. Un evento que, sin pandemia de por medio, ofrece un gran impacto económico a la ciudad organizadora.
En este sentido, el jueves adelantaba Crónica Global que aunque se haya llegado a un acuerdo de mínimos, hay peros "ideológicos" a la candidatura. Principalmente los que pone "Barcelona en Comú, el partido de la alcaldesa, Ada Colau", según fuentes del sector náutico barcelonés.
Como en el caso del Hermitage, el modelo de ciudad que pretenden los comunes difiere del que pretende el PSC. En el caso del museo ruso, Málaga fue la primera opción de los promotores tras descartar provisionalmente Barcelona.
Así, con la Copa América la historia se ha vuelto a repetir. La alcaldesa de la Ciudad Condal y los suyos no creen en que la competición de vela sea un atractivo que comulgue con su forma de entender la ciudad; sin embargo, el sector socialista ha sido en este caso más fuerte y ha arrancado un acuerdo de mínimos y con poca fuerza.
Por su parte, en Málaga se ve este evento como una oportunidad de llevar la marca de la ciudad a todo el mundo, un trabajo que Barcelona ya tiene hecho desde hace décadas. La posibilidad de que la capital de la Costa del Sol pueda ser sede de la Copa América podría suponer una presencia en medios estimada en torno a los 80 millones de euros.
Una vez más, Málaga podría verse beneficiada por la cuestión política. Los inversores ven con recelo al Ayuntamiento de Colau por su manera de entender la relación del turismo y la ciudad; sin embargo, la Costa del Sol se presenta como una sede estable, sin grandes cambios en lo político y con un futuro prometedor en su desarrollo.
Otra de las grandes diferencias es que Málaga lleva meses trabajando en presentar una candidatura potente, pero la de Barcelona ha aparecido casi de la nada a sólo dos semanas de la decisión final. Además de las dos sedes españolas, Cork, en Irlanda, es otra opción que suena con fuerza. Parece que Yeda, en Arabia Saudí, se ha encontrado con la oposición de parte de la organización, que prefiere no desarrollar el evento en este país.
En definitiva, ¿es Barcelona rival para Málaga como sede de la Copa América de Vela 2024? Sin duda, la Ciudad Condal es siempre una garantía como organizadora de grandes eventos internacionales, eso es algo que nadie puede discutir, pero Málaga se está postulando y está demostrando que es capaz de atraer y organizar con sobradas garantías estos eventos.