Málaga estrena el próximo lunes un nuevo atractivo turístico en el interior. Tras el éxito de la restauración del Caminito del Rey en 2015, la Diputación quiere seguir explotando el turismo de interior con la Gran Senda de Málaga. Para ello, ha unido los pueblos de Sedella y Canillas del Aceituno con una pasarela colgante de 50 metros de longitud y 1,20 metros de ancho. El paso, construido con madera y acero, está suspendido a medio centenar de metros de altura sobre el cauce del río Almanchares.
El presidente de la Diputación, Francis Salado, ha declarado que: "La Gran Senda es uno de los proyectos estratégicos" para el ente. Un proyecto centrado en dinamizar el interior de una provincia que históricamente ha mirado hacia la costa como principal fuente de turismo. Además, señala Salado, este proyecto es un arma "contra la despoblación" de los pequeños municipios.
En este sentido, la oferta de alojamientos de interior ligados a sus rutas se ha duplicado en los últimos cuatro años, pasando de casi un millar a 2.104 establecimientos. Así mismo, ha habido un incremento en el número de plazas, pasando de 13.262 a 20.710, lo que supone aproximadamente el 60% de las plazas existentes en el interior.
El alcalde de Canillas del Aceituno, Vicente Campos, apunta a que este es un proyecto que comenzó en 2015 sobre unas pasarelas que ya existían: "Son las que utilizan los servicios operativos, porque ese es el trayecto que hacen las tuberías que traen el agua al pueblo". Fue entonces cuando Campos decidió proponer a la Diputación la construcción de esta pasarela.
A Canillas del Aceituno se le conoce por su gastronomía: "Somos famosos en todo el mundo por el chivo", un plato típico que ha situado a este pequeño municipio como un referente. Ahora, el alcalde espera que la pasarela les dé muchas alegrías: "En el Puente del Pilar ya vino gente preguntando por el paso sobre el río. Estaba el pueblo a reventar".
Con la inauguración del sendero, en Canillas esperan que el próximo fin de semana largo, por la festividad de los Difuntos, la respuesta sea "espectacular". Con el puente colgante, igual que pasara en las localidades cercanas al Caminito del Rey, quieren que el turismo dinamice la zona y genere empleo.
Entre los empresarios de Canillas reina una alegría moderada: "A pesar de la pandemia, estamos notando que hay mucho más movimiento que nunca", según confirma a EL ESPAÑOL Paco Rando, de El Bodegón de Juan María. Además, la apertura viene a aumentar una dinámica de crecimiento en las últimas semanas: "Ahora somos los pueblos pequeños los que estamos sacando la cabeza" frente a la capital.
Dicen en Canillas del Aceituno que hoy en día no pueden siquiera hablar de competencia: "Hay más demanda que oferta", por lo que los restaurantes y alojamientos están llenos todos los fines de semana.