El territorio español esconde rincones que pueden ser desconocidos para muchas personas. Los pueblos son un tesoro a cuidar que muchas veces cuenta con intereses turísticos y naturales de gran belleza y que no se tienen en mucha consideración o, directamente no se conocen. 

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En Madrid, aunque lo que destacan normalmente son el centro de la capital y sus grandes ciudades, también podemos encontrar diferentes pueblos con encanto. Hoy te queremos hablar de uno de ellos, de especial importancia, porque ostenta el título oficial de pueblo con nombre más largo de toda España. 

Se trata de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago y pertenece a la Sierra Norte de Madrid, a unos 90 kilómetros de la capital. Como puedes leer, el nombre consta de 7 palabras y 44 caracteres, y se originó al unificar las dos poblaciones que se pueden leer separadas por una ’y’. Según datos de 2021, el pueblo tiene una población de 384 habitantes y su superficie no supera los 24,10 km cuadrados. 

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¿Y qué tiene de interesante este lugar además del nombre? Si eres un amante de la historia, la naturaleza y de la montaña, Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago tiene mucho que ver y disfrutar. Uno de los principales atractivos es la presencia de edificaciones históricas, debido a que hace siglos se dio la presencia de las culturas hebrea, árabe y cristiana. 

Encontramos dos joyas arquitectónicas a destacar, la iglesia de San Benito Abad, reconstruida en 1943, y la iglesia de la Santísima Trinidad, del siglo XVI, levantada con muros de mampostería. La tercera parada que no puedes perderte es su gran Viaducto del Lozoya, también conocido como el Puente de Taboada. Esta construcción se ubica junto al río Lozoya, entre el embalse de Riosequillo y el de Pinilla, y corresponde al primer tercio del siglo XX.

Aunque hoy en día no se utiliza para lo que se creó, en su día servía como viaducto ferroviario para acortar la distancia entre Burgos y Madrid. Con 16 arcos de medio punto y uno central, y 240 metros de largo, además de interés turístico, este lugar lo utilizan los amantes del puenting.

Respecto a su naturaleza, el turismo rural es la estrella en este municipio. Aprovechando su paisaje de montaña y el embalse de Riosequillo, hay varias rutas cerca de él que pueden hacerse andando, en bicicleta o incluso a caballo, ya que entre el pueblo y este paraje hay unos tres kilómetros. 

La Senda de la Abeja es otro de sus recorridos más populares, con un itinerario que apenas supera el kilómetro y en el que se pone en valor la vida de estos animales y la importancia de la apicultura para el medio ambiente. 

Además, el pueblo dispone de casa rurales y alojamientos tan espectaculares como su camping Monte Holiday Ecoturismo, premiado en España por su carácter innovador. La gastronomía local tampoco tiene desperdicio, con bares y restaurantes variados. 

Todo esto y más, hacen del pequeño pueblo madrileño de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago un lugar ideal tanto para pasar el día como para una escapada de fin de semana, en pareja, solo, o con niños, te encantará.