En lo que va de 2024, el vallecano barrio de Palomeras ha sido escenario de dos tiroteos. En uno de ellos una de las víctimas perdió la vida. Y no es sólo que en pocos meses estos sucesos hayan sido en un único barrio. Lo realmente preocupante y llamativo es que los dos tiroteos han tenido lugar casi en el mismo lugar, a una distancia muy corta entre ellos.
En concreto, el día 8 de enero, Natalia S.S. fue tiroteada, y asesinada, en la calle Lago Maracaigo número 11. Por otro lado, dos calles más arriba, en el número 19 de la calle Río de Uruguay, se produjo este mismo martes otro tiroteo en el que, por fortuna, no hubo que lamentar la vida de la víctima. Un tramo que se puede recorrer andando en menos de 4 minutos.
Ante esta situación, surge una duda sobre la seguridad en esta zona de Palomeros, sobre todo teniendo en cuanto que en ambos sucesos han estado implicadas armas de fuego. En la 'Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los servicios públicos', que el Gobierno municipal publicó el pasado jueves 11 de abril, el barrio de Puente de Vallecas, en el que se encuentra el distrito de Palomeras, puntúa con un 6,5 en seguridad a nivel general. Es el tercer barrio que se percibe como más inseguro por detrás de Villaverde (6,3) y Usera (6,4). Y no solo eso, por la noche este barrio puntúa con un 5,1 sobre 10, siendo el barrio con la peor calificación por detrás de Villaverde.
Sin embargo, a pesar de los citados datos, el sentir de los vecinos es muy distinto. José Molina, presidente de la asociación de vecinos Palomeras sureste, explica en conversación telefónica a Madrid Total que "no hay una sensación de inseguridad por parte de los vecinos": "Tenemos permanente contacto con la Policía Nacional y la Policía Municipal sobre la seguridad", afirma.
José explica que "ha habido en el pasado problemas de tráfico de drogas en Palomeras, pero están anulados. Ahora lo que más preocupa es la okupación y los pisos turísticos, pero no la violencia en las calles y mucho menos un tiroteo".
Este vecino concluye la conversación telefónica explicando que "de vez en cuando hay alguna denuncia, pero siempre se la trasladamos a la Policía, con la que nos reunimos cada dos o tres meses".
Tiroteo en calle Río de Uruguay
La Policía Científica y del grupo de homicidios investigan si el tiroteo del martes en el número 19 de la calle Río de Uruguay por la noche pudo ser un ajuste de cuentas. Por fortuna, la víctima, de 42 años, fue herida en la pierna con cuatro disparos pero no hay que lamentar que perdiera la vida.
Al parecer, tal y como indicaron fuentes de la Policía Nacional, fueron los vecinos los que avisaron a las autoridades cuando escucharon los disparos. A su llegada, los agentes encontraron al hombre en las inmediaciones del portal con las heridas de bala.
Tal y como publicó El País, la víctima acababa de bajar de una furgoneta de reparto de Seur y recibió los disparos cuando entraba en el portal. Al parecer, varios familiares del hombre acudieron hasta el lugar de los hechos. Posteriormente, la víctima de este tiroteo fue atendida por el Samur y trasladado en estado grave al Hospital Gregorio Marañón.
El asesinato de Natalia S.S.
Muy diferente fue el asinato de Natalia S.S. El crimen sucedió sobre las 21:45 horas del día 8 de enero en la calle Lago Maracaigo número 11, en el vallecano barrio de Palomeras.
La víctima, que viajaba sola conduciendo una furgoneta grande gris marca Opel Vivara, estaba hablando por teléfono cuando se vio sorprendida cerca de un paso de cebra por un todoterreno del que se apeó una persona con una gorra y vestida de oscuro.
Le preguntó si era Natalia y al responder que sí, este hombre le descerrajó varios tiros, según varios testigos, que escucharon y grabaron 11 disparos, 9 de ellos consecutivos y otros dos finales de gracia. El autor huyó luego en el vehículo negro, posiblemente un Audi, conducido por su compinche.
Los sanitarios del Samur-Protección Civil que se acercaron al lugar de los hechos se encontraron a la mujer tendida en el suelo con al menos dos heridas por arma de fuego en el hemitórax izquierdo y en parada cardiorrespiratoria, indicó en enero a Europa Press una portavoz de Emergencias Madrid.
Por ello, le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, pero no lograron revertir la parada y finalmente confirmaron su fallecimiento. Un psicólogo del Samur atendió a varios familiares que llegaron al lugar por crisis de nervios.
Poco después también llegaron agentes de la Policía Municipal y Nacional, que acordonaron la zona. Por su parte, policías de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) buscaron por la zona a los autores y su vehículo, pero sin éxito. También han estado realizando desde entonces vigilancia discreta por el lugar del homicidio y el tanatorio Sur donde se está velando a Natalia.
Natalia era la tía de Francisco Maya, más conocido como el Gordo Maya, un delincuente con una larga ristra de delitos a sus espaldas: pertenencia a grupo criminal, secuestro, robo con violencia, de vehículos y un presunto apuñalamiento.