La noche del Viernes Santo, se viralizaba en redes sociales un vídeo cuyo escenario era el madrileño barrio de Lavapiés. En él, se veían dos miembros de Policía Nacional deteniendo, a la fuerza, a dos ciudadanos senegaleses en la calle Lavapiés número 56, delante de una administración de lotería que, en ese momento, se encontraba cerrada.
Las imágenes del vídeo mostraban a uno de los migrantes que ya había sido inmovilizado por un agente y se encontraba tumbado en el suelo. El otro joven, se encontraba en una actitud tranquila, observando a su compañero en el suelo.
Instantes después, un agente le pedía a este migrante que se tumbara en el suelo, como su compañero, al no hacerlo, el policía le aplicaba una fuerte maniobra con el objetivo de reducirle e inmovilizarle. Tras zafarse de la maniobra, el migrante lograba escapar y el policía comenzaba a perseguirle. A continuación, la persona que grababa el viralizado vídeo, que lo hacía desde un coche, enfocaba al primer migrante, aún en el suelo, inmovilizado.
A su llegada a las redes sociales, el vídeo se extendió como la pólvora, acumulando miles de reproducciones y comentarios que mostraban una clara división: para unos, brutalidad policial injustificada y un claro ejemplo de racismo y xenofobia. Para otros, agentes de Policía haciendo su trabajo en un barrio que lleva tiempo siendo un foco de delincuencia.
Por tanto, la pregunta es evidente ¿Qué pasó para que los policías tuvieran que actuar, de un modo u otro, contra estos ciudadanos senegaleses? Fuentes policiales contaron a Madrid Total que se produjo una llamada hacia las 8:00 horas del viernes desde un supermercado ubicado en la calle Valencia, en Lavapiés. Allí, cuatro individuos habían comenzado a increparse entre sí y habían amenazado al vigilante de seguridad, que había tratado de mediar entre ellos.
A su llegada, los agentes encontraron a dos hombres con una actitud muy hostil entre sí y a otros dos con una actitud más calmada. La Policía les pidió que se identificaran, motivo por el que su actitud volvió a ser violenta, esta vez hacia ellos, por lo que los agentes se vieron obligados a inmovilizarles.
Uno de ellos logró escapar, tal y como se puede ver en el vídeo. Cuando los agentes lograron interceptarle, los dos fueron finalmente detenidos. Se les acusa de desobediencia, atentado contra agente de autoridad y además, uno de ellos tenía en su poder sustancias estupefacientes. Finalmente, uno de los agentes resultó lesionado tras la viral intervención y un coche de Policía quedó dañado.
Horas después de este episodio, que podría haber quedado en una intervención policial más, un fragmento se colaba en las redes, provocando las citadas reacciones, incluso en la esfera política. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot publicaba en su cuenta de X: "Esto es inadmisible. El Ministerio de Interior debe tomar medidas".
Además, el portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón publicaba una carta en la que pedía explicaciones al Ministerio del Interior para esclarecer los hechos y preguntaba qué tipo de medidas se iban a tomar "ante las denuncias ciudadanas sobre la existencia de violencia policial". Según Errejón, en las imágenes "se puede percibir ensañamiento, que no parece responder a un protocolo comedido de actuación policial".
Por otro lado, diversos grupos han convocado este domingo una manifestación en contra de la violencia policial en la plaza de Lavapiés. El viralizado vídeo fue distribuido en redes por Serigne Mbayé, activista social y exdiputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid.
En su publicación, el activista se preguntaba "¿Cuál es la justificación de esta actuación tan violenta?, El acoso y la violencia policial en Lavapiés no tiene nombre. Espero que el Ministerio de Interior, la Policía Nacional y el Defensor del Pueblo tomen medidas antes de que sea tarde".