El incendio en una residencia de mayores de Aravaca (Madrid) que acabó a primera hora del domingo con la vida de dos ancianas, de 90 y 93 años, y este lunes con la de una mujer herida, de 80 años, pudo haberse desatado por culpa de un cargador de móvil defectuoso, según informa El Mundo. La tragedia obligó a atender a otras 16 personas en hospitales afectadas por la inhalación de humo.
Los hechos ocurrieron en la residencia de ancianos Juan XXIII, concertada con la Comunidad de Madrid, con capacidad para 40 residentes, en el número 10 de la calle Proción, en el barrio de Aravaca, del distrito Moncloa-Aravaca. El servicio de Emergencias 112 recibió el aviso del incendio poco antes de las 7 horas.
Hasta el lugar del suceso acudieron la Policía Municipal, Bomberos del Ayuntamiento, la Policía Nacional, el Servicio de Asistencia Municipal de Urgencias-Protección Civil (Samur-PC), Cruz Roja y el Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA 112).
De hecho, cuando los Bomberos llegaron al lugar, ya había seis patrullas de la Policía Municipal auxiliando a los ocupantes de la residencia. La extinción del incendio fue rápida. La Policía Nacional se encargó desde un primer momento de investigar las causas.
Según el citado diario, fueron los propios empleados del Juan XXIII quienes contaron a la Policía que en la habitación donde se produjeron las llamas se estaba cargando un móvil con un cable cuando el teléfono empezó a arder, extendiéndose las llamas por el resto de esta habitación de la primera planta, donde dormían las ancianas fallecidas.
Algunos trabajadores de la residencia apuntan, en concreto, a que el citado cargador estaba averiado y provocó el cortocircuito que originó el fatal incendio.
El directivo de guardia de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Roberto Moreira, explicó a EFE que se trató de un desalojo "complicado". El humo se extendió desde la habitación de la primera planta afectada a la segunda, de donde tuvieron que ser rescatados los demás residentes.
Uno de los cuerpos de las fallecidas presentaba grandes quemaduras, al igual que la mujer trasladada en estado crítico al Hospital La Paz, que finalmente ha muerto. Los equipos de Emergencias, en cualquier caso, intentaron reanimar a las dos víctimas de mayor gravedad, pero finalmente sólo pudieron confirmar su fallecimiento.
Respecto al resto de personas evacuadas a los hospitales, fueron trasladadas para mantenerlas en "observación" ya que sufrían heridas leves por inhalación de humo. El resto de residentes fueron recogidos por sus familias o trasladados a dependencias de la Comunidad de Madrid.
En concreto, cinco de los residentes fueron trasladados con sus familiares y otros 15 se derivaron a la residencia Reina Sofía, en Las Rozas. Horas más tarde, también estaba previsto que este mismo centro recibiera a cuatro de los residentes atendidos en la Fundación Jiménez Díaz.