La residencia madrileña en la que el pasado 16 de julio se suicidó un anciano de 79 años tenía su sistema de seguridad "desarmado".
Así lo constata un informe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, al que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL. Por orden de la juez que investiga este suceso, los agentes analizaron las medidas de seguridad existentes en la residencia Orpea Madrid Puerta de Hierro, ubicado en la calle Alfonso Fernández Clausells.
El objetivo del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid era el de obtener información sobre el recorrido que realizó el paciente desde la enfermería hasta una zona restringida de la cuarta planta, desde la que se precipitó al vacío.
La tesis de la familia del fallecido es que, debido a un posible descuido, el personal del centro dejó una puerta abierta, lo que permitió al anciano acceder hasta el último piso del edificio, tras atravesar, incluso, la sala de calderas. Por contra, la versión de la residencia es que el paciente forzó dicha puerta.
El informe con las conclusiones de la Policía señala que, "según informaciones facilitadas por la empresa de seguridad, dicho sistema se encuentra desconectado desde el 20 de septiembre de 2022, (...) motivo por el cual no podría generarse salto de alarma ninguno en la central receptora".
"La implantación de medidas electrónicas de detección de presencia (...) permiten detectar accesos o estancias no autorizadas y actuar en consecuencia, aunque dichas medidas deben estar armadas para cumplir su función, quedando acreditado que (...) el sistema de seguridad llevaba desarmado por el cliente (Orpea) desde hacía un año", concluye la Policía.
Además, sobre la puerta de seguridad, la Brigada Provincial refleja que, "si bien tiene cerradura con teclado [numérico], ésta no se encuentra conectada al sistema de seguridad y, por tanto, no genera salto de alarma alguno".
Sistema de seguridad
El dosier policial señala que el sistema de seguridad constaba de nueve detectores de movimiento interiores y doce exteriores. "Ninguno de los elementos referidos se encuentra instalado en el trayecto que comprende la puerta que, al parecer, violentó [el anciano] para acceder a las escaleras, hasta la ventana del cuarto de mantenimiento de la planta 4, que se encontraba el día de los hechos, al parecer, abierta", indica el informe.
Además, según confirmó la empresa gestora del sistema de seguridad, todos estos elementos estaban desconectados desde hacía más de 12 meses.
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El informe también constata que "no existe constancia" de que un vigilante de seguridad estuviese analizando, en directo, el monitor en el que se reflejan las imágenes que captan las cámaras de seguridad.
"No consta en la aplicación policial Segurpri comunicado de ningún servicio de seguridad privada de vigilancia y protección en la residencia Orpea, por lo que queda acreditado que el visionado del monitor que recogía las imágenes de las cámaras no se realizó por personal de seguridad privada, no constando (...) si dicho monitor fue visionado por personal ajeno al de seguridad privada".
Por todo ello, la Brigada Provincial responde a la juez que "no puede valorar la idoneidad de las medidas de seguridad" en el trayecto entre la enfermería y la cuarta planta, "al no existir" en dicho recorrido "ningún elemento electrónico del sistema instalado".
El suceso
Tal y como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, el anciano, un paciente de 79 años con problemas mentales, se arrojó desde el cuarto piso de la residencia.
Según reseña su historial médico, sufría una "sintomatología depresiva con tristeza", que recoge también "dos recurrencias depresivas (en 2019 y en 2021)".
Recientemente, le había sido detectado un "deterioro cognitivo" y diagnosticada una "demencia con cuerpos de Lewy". Este trastorno cerebral, entre otras consecuencias, provoca alteraciones en el estado de ánimo y el pensamiento e, incluso, alucinaciones.
El suceso se produjo sobre las 19.30 del pasado 16 de julio en el centro Orpea Madrid Puerta de Hierro. El parte de defunción, redactado por el Summa 112 minutos después de los hechos, certifica que se trató de una "muerte violenta/muerte por precipitación".
Tras caer al vacío, el cadáver quedó en el voladizo de la primera planta del centro, justo encima de la puerta de acceso principal, y tuvo que ser retirado por los bomberos y trasladado al Instituto de Medicina Legal, que certificó el suicidio.
Los familiares del fallecido, representados por el letrado Francisco Jiménez, de Zaballos Abogados, sospechan que, por descuido, algún trabajador de la residencia pudo dejar alguna puerta abierta, lo que facilitó que el anciano se suicidase.
El interno sólo llevaba diez días como paciente de este centro. La gobernanta de la residencia Orpea señaló a los agentes que, el día de su ingreso, el anciano estaba "muy alterado, queriendo abandonar el centro en todo momento" y que "intentó abrir alguna de las puertas del centro para abandonarlo".
La responsable del geriátrico manifestó a los policías que, sobre las cinco de la tarde del 16 de julio —dos horas y media antes del suicidio—, el interno fue atendido en la enfermería "para reforzar la medicación y que se tranquilizara".
"Sobre las 17.30, las trabajadoras del centro se percatan de que la puerta sita en la planta cero, con acceso a las escaleras de emergencia, se encuentra forzada. Que ella [la gobernanta], junto con otra de las trabajadoras, recorre las escaleras a fin de comprobar que se encuentra todo bien (...). Es entonces cuando observan que en la cuarta planta, donde se encuentra el cuarto de calderas, la ventana del mismo se halla abierta. Al asomarse, pudo observar el cuerpo en el voladizo de la primera planta", detalla el atestado policial, en base a las declaraciones de la responsable del centro Orpea Madrid Puerta de Hierro.
En un escrito fechado a principios de septiembre, los familiares del finado solicitaron a la juez que citara a declarar a la gobernanta y a la enfermera a cargo del cuidado de los enfermos durante el turno en el que se produjo la muerte. "Todo ello, debido a la importancia que sus testimonios tienen para el desarrollo de la investigación", señalaba la defensa de los hijos y la viuda.
Este viernes por la tarde, Madrid Total, la sección local de EL ESPAÑOL, ha contactado con la dirección del geriátrico y, por el momento, se encuentra a la espera de recibir una valoración por su parte.