La cafetería de la escuela de agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid ofrece desde menús con primero y segundo hasta platos combinados, pulguitas o bollería. Normalmente, abre sus puertas a primera hora de la mañana. Sí uno acude estos días a comer o a desayunar se llevará, sin embargo, una sorpresa. La cafetería "está abierta, pero sin actividad". Los trabajadores están en sus puestos, pero no sirven ni un café. La compañía que explota la concesión lleva un tiempo sin pagar al personal. "La empresa se ha ido y les ha dejado tirados", denuncia el sindicato Frente de Estudiantes.
La Escuela Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM se encuentra entre la Avenida de la Complutense y el comienzo de la A-6 en Moncloa. El centro cuenta en la planta baja de sus dos edificios principales con sendas cafeterías. El sindicato asegura la empresa concesionaria se llama que GEMEP S. L. y lleva "tres meses" sin abonar los salarios de los empleados. Fuentes de la Politécnica reconocen a este diario la situación de impago al personal de la cafetería, aunque no aclaran cuándo comenzó el problema. Fue en la segunda semana de este curso cuando "se dio parte" a la Universidad.
La UPM tiene colgado en su portal de transparencia el contrato que suscribió el año pasado con GEMEP para externalizar el servicio de bar, cafetería y restaurante de la Escuela. El acuerdo se formalizó en octubre de 2022, con un plazo de ejecución de dos años. Tras conocer que los trabajadores no están cobrando sus nóminas, la Universidad ha abierto un expediente a la compañía. Si la situación no se resuelve, en los próximos días se rescindirá el contrato, como "marca" la Ley de Contratos del Sector Público.
Los empleados afectados, mientras tanto, sí que están acudiendo a sus puestos de trabajo. La cafetería está abierta al público, aunque "sin actividad". Según la Universidad, los damnificados se siguen presentando para que no se les pueda acusar a ellos de que están incumpliendo el contrato. Si no ofrecen sus servicios a los estudiantes y profesores es porque no quedan productos. "Tanto la empresa concesionaria como la dirección de la Escuela deben tomar cartas en el asunto", exige el Frente de Estudiantes.
Trifulca en la facultad
Hasta la fecha, los empleados de la cafetería apenas han hecho ruido. Su situación no había trascendido en los medios de comunicación. Pero sí en las redes sociales. A través su cuenta de 'X' (antes conocida como Twitter), el Frente de Estudiantes ha denunciado la situación del personal de la cafetería "ante el abandono del rectorado". Durante esta semana, añade este sindicato de ámbito estatal, han organizado una "cafetería alternativa" cuya recaudación se donará a los trabajadores.
El miércoles, además, convocaron una concentración a las 13 horas en la puerta de la cafetería de agrónomos. La protesta derivó en un episodio de tensión entre los participantes y uno de los subdirectores del centro, Sergio Zubelzu. En este punto, chocan las versiones del sindicato y de la UPM. Al parecer, los jóvenes, tras pasar por la cafetería, se dirigieron a un pasillo que conectaba con la puerta de salida a los jardines de la facultad, donde querían continuar con la reivindicación.
En un vídeo difundido por el sindicato en 'X', aparece este docente visiblemente alterado e intentando arrebatar un megáfono a uno de los protestantes. Los jóvenes, a su vez, rodean a Zubelzu y forcejean con él bruscamente. En las imágenes se observa al profesor forcejeando con un joven y gritando: "¡Fuera de aquí!". Después, camina hacia el chico que porta el megáfono y le mete un empujón. No obstante, uno de los protestantes también intenta empujar al subdirector por la espalda.
La tensión no cesa y Zubelzu consigue agarrar el megáfono. En ese instante, comienza un forcejeo con varios de los manifestados, que agarran al investigador de las muñecas y las manos. El Frente de Estudiantes ha pedido el "cese" de Zubelzu. "Ha agredido a varios compañeros", considera esta organización.
La versión de la Universidad, en cambio, da otra imagen de lo ocurrido. El sindicato no forma parte de la UPM y, según las mismas fuentes universitarias, no se puso en contacto con el centro para que autorizara la protesta. Zubelzu, subdirector de Patrimonio e Infraestructuras de la escuela, avisó a los manifestados de que no podían estar dentro del edificio con el megáfono y les "invitó" a que salieran fuera. Fue entonces cuando se produjo el forcejo.
Según el centro universitario, una estudiante de la delegación de alumnos de la facultad también tuvo problemas con los jóvenes que estaban protestando. En los comentarios de respuesta a la publicación con el vídeo de la pelea, algunos usuarios también critican la actitud del sindicato durante la convocatoria y piden que publique el "vídeo completo". Otros, sin embargo, cargan contra la actitud de Zubelzu.