Cuenta un vecino de La Berzosa, una urbanización de Hoyo de Manzanares, que a un callejón del vecindario le han puesto de broma el nombre de "Avenida de los Jabalíes". Las incursiones de estos animales por estas calles se han popularizado en el barrio. "No tienen ningún miedo, están absolutamente acostumbrados a la gente". Hasta ahora, vecinos y jabalíes conviven en paz. No recuerdan ningún problema. El descontrol de las poblaciones en zonas urbanas acarrea riesgos sanitarios, epidemiológicos y puede provocar accidentes de tráfico. "La única solución es matarles, pero somos nosotros los que hemos invadido su espacio", dice otro hombre que conoce bien la urbanización.
Este núcleo residencial recibió a sus primeros vecinos a mediados de los años 70. "En su momento fue el proyecto de urbanización para la clase media más grande de Europa, una ciudad que buscaba ser autosuficiente en plena Sierra madrileña y a escasos 30 kilómetros de la capital", recuerda la revista local Más Vive. Es un vecindario tranquilo, vertebrado por dos avenidas principales -'Asturias' y 'La Berzosa'- y copado en su mayoría por chalés, aunque también hay bloques de adosados más modestos. La revista cifra en más de 1.300 el número de propietarios.
Hace años que el avistamiento de jabalíes en un puñado de municipios del noroeste de Madrid es más o menos habitual. En 2017, una familia de estos ejemplares se hizo famosa en Internet por un vídeo en el que campaba a sus anchas por la plaza del Ayuntamiento de Torrelodones. El Consistorio acabó capturándolos y sacrificándolos. En La Berzosilla, una pequeña urbanización colindante con La Berzosa, unos carteles advierten: 'Precaución, jabalíes. Modere la velocidad'.
"Desde la Comunidad de Madrid nos preocupa la situación en la que nos encontramos en varios municipios de la región respecto a la presencia de jabalíes en zonas urbanas. Si bien se trata de una especie silvestre, su oportunismo y capacidad de adaptación han llevado a que se realice incursiones cada vez más frecuentes en poblaciones, donde encuentra abundante alimento", explican desde la Consejería de Medio Ambiente.
El Gobierno regional puede actuar para controlar estas poblaciones cuando afectan al terreno rústico, donde se hacen responsables a los propietarios de los cotos de caza o a los titulares de los terrenos. Cuando las piaras se pasean por las calles y las urbanizaciones, el problema es del ayuntamiento de turno. El de Hoyo de Manzanares tiene contratada a una empresa para evitar que entren en el entorno urbano. En la calle Ribadesella de La Berzosa, sin embargo, se encuentran jabalíes y jabatos muchos días, siempre a última hora y cerca de los cubos de basura. "Tienen sus rutas", comenta otro vecino.
La 'ruta' Ribadesella
Ribadesella es una de las calles que cruzan la Avenida de Asturias y que conectan con el campo del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. En un tramo concreto de Ribadesella, donde la calle toma forma de herradura, no es difícil encontrarse a los jabalíes si uno acude a partir de las 21:30 horas, cuando todavía alumbra la luz del Sol. Este momento del año, mediados de verano, es cuando más ejemplares pueblan la región. Esto se explica porque los nacimientos ya han tenido lugar y las capturas y cacerías se realizan, sobre todo, desde octubre.
"Esta circunstancia junto con la disminución de recursos alimenticios y de agua hacen que las piaras de jabalíes (especialmente hembras con las crías del año) se aproximen a urbanizaciones y jardines próximos a montes y áreas forestales que les sirven de refugio en busca de comida y agua", añaden desde Medio Ambiente.
Madrid Total visitó la calle Ribadesella el miércoles a la hora de la cena. Y ahí estaba, como de costumbre, un grupo de unos seis jabalíes merodeando por unos cubos de basura. Pese a que los animales prestaban atención a los tres vehículos de curiosos que se pararon para verlos, siguieron buscando comida y, finalmente, huyeron hasta un descampado cercano. Lo habitual, sin embargo, es que recorran parte de la calle y se metan en dos parcelas colindantes que están sin urbanizar. Entran y salen por dos agujeros de una verja metálica.
Después, suelen acercarse a otro punto de contenedores de basura, donde también hay un puesto para los restos verdes y de podas. Más o menos a la misma altura, todavía en la calle Ribadesella, los jabalíes suelen meterse por un pequeño callejón de tierra -"la Avenida de los Jabalíes"- que ataja, de nuevo, hasta la Avenida de Asturias. "Salen por aquí con paz absoluta y total. No tienen ningún miedo, están absolutamente acostumbrados a la gente (...) Nunca ha habido problemas, pero va a haber un día que va a haber un problema, seguro. Además, la gente pierde el respeto por esos bichos y son peligrosos", comenta un vecino de la zona.
Este mismo propietario asegura que "todos los días" vienen curiosos a ver a los animales que se pasean por el barrio. "Esto es como si fuera un zoológico, la gente pasa por aquí, se queda mirando...". Otra residente asegura que en un chat vecinal de WhatsApp ya ha habido "quejas de que cada vez hay más jabalíes". Un trabajador de la urbanización cuenta que también hay vecinos que abogan porque "no les echemos".
"Difícil solución"
¿Se puede controlar a los jabalíes que 'asaltan' los vecindarios de estos municipios? Los vecinos de La Berzosa consultados creen que no. "Tiene muy difícil solución: si seguimos dándoles de comer, los bichos vendrán. Pero ¿qué vas a hacer? ¿Pegarles un tiro?".
"En los últimos tiempos están cobrando mucha importancia las actuaciones realizadas por los ayuntamientos en las zonas urbanas y periurbanas, en las que cada vez con mayor frecuencia se están realizando incursiones de ejemplares de esta especie", recalca la Consejería. "Las capturas de la especie jabalí en acciones legales de caza (cotos de caza) y otras autorizaciones en terreno urbano, se mueven en el entorno de los 7.000 ejemplares al año, con tendencia al alza", detalla.
Cuando el control es en suelo rústico y depende de la Comunidad de Madrid, la mayor parte de las capturas se realizan en cacerías colectivas (monterías, batidas, ganchos), aunque también se hacen en esperas nocturnas para prevenir daños y accidentes de tráfico. El Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares, además de la contrata con la empresa que intenta evitar las incursiones urbanas, lleva a cabo batidas para controlar el número de ejemplares asentados en la localidad.
Los riesgos sanitarios
En un documento difundido por la Comunidad de Madrid en la legislatura pasada, el Gobierno regional alertaba de los riesgos sanitarios que supone el "incremento descontrolado" de las poblaciones de jabalíes en zonas urbanas. Los jabalíes, advierte, pueden transmitir a las mascotas domésticas enfermedades como la peste porcina o la enfermedad de Aujeszky.
También pueden infectar a las personas (zoonosis) con enfermedades como la tuberculosis o la triquinosis. Su presencia en las urbanizaciones eleva el riesgo de enfermedades parasitarias como la nematodosis, parasitosis externa, etcétera.
A su vez, la Comunidad ve en los accidentes de tráfico con pérdidas humanas la consecuencia más grave. No obstante, la presencia de esta especie en zonas urbanas también es peligrosa para los propios jabalíes, que corren el riesgo de ingerir sustancias tóxicas o de ser atropellados.