Se llama María José, tiene 46 años y pasa sus días entre rejas desde febrero de 2022. Sus delitos: el asesinato de un marino mercante en agosto de 2021 en Villa de Vallecas y su participación, tres meses después, en el asalto junto a dos ladrones en la casa de Fredy, al que acabaron matando de una brutal paliza. Su nombre ha salido a la luz después de que la Policía Nacional revelase el jueves la implicación de una misma mujer en los dos homicidios.
María José, una ciudadana española de origen colombiano, fue encarcelada por el asesinato de verano de 2021. Ya en prisión, las autoridades la informaron de que también estaba acusada por su supuesta implicación en la muerte de Fredy, un caso mediático conocido como el 'crimen de la etiqueta'.
Los agentes de la Policía Nacional tardaron en hacer pública la información para no entorpecer la investigación de este segundo crimen.
La mala suerte del marinero
María José había trabajado en el pasado como prostituta y, tras esta etapa, se dedicó a diferentes labores. En estos momentos, vivía en Torrejón de Ardoz y tenía alquilado en este municipio un local donde había emprendido con un centro de estética.
Hace un tiempo, se ganó la confianza de un marino mercante con una situación particular. Este hombre, de más de 60 años, se pasaba la mitad del año a la mar y cobraba 7.000 euros al mes. Como tenía una deuda con la Seguridad Social, no contaba con una cuenta bancaria en España en la que ingresar el dinero. Por ello, enviaba las nóminas a personas procedentes del mundo de la prostitución. Cuando llegaba a tierra, estas mismas personas se lo devolvían. Aunque, a menudo, el marinero era víctima de engaños.
Según la investigadora del Grupo VI de Homicidios que ha resuelto el caso, este hombre llevaba una "doble vida". Por un lado, era un trabajador "implacable"; por otro, sufría una "grave adicción" a las drogas y pecaba de otros excesos, como la prostitución.
La condena de este empleado de una empresa de hidrocarburos fue cruzarse con María José, con la que estrechó una relación "interesada". Ella, como tantas otras personas, engañó al marinero. Según Vozpópuli, María José se llevaba el 20% de los beneficios, pero no le pareció suficiente. En agosto de 2021, cuando el marino regresó de su último periodo embarcado, su presunta asesina fue a recogerla al aeropuerto de Madrid-Barajas.
De ahí, se trasladaron al local de Torrejón, donde María José, presuntamente, asesinó al marinero, que murió asfixiado. Para trasladar el cuerpo, pidió prestado el coche de un amigo con el pretexto de una mudanza y trasladó el cadáver hasta un pinar cercano a la calle del Cerro del Murmullo, en una zona frecuentada por toxicómanos y por practicantes del cruising, en el distrito madrileño de Villa de Vallecas.
Fue una vecina de la zona la que alertó de un conato de incendio en la zona del pinar. Entonces, fue hallado el cuerpo sin vida del marino mercante, parcialmente quemado, sin las falanges distales y con piezas dentales extraídas. Estos signos de violencia demuestran un claro intento de complicar la identificación del cadáver. Sin embargo, tras una minuciosa investigación de la Científica y Homicidios, dieron con María José.
La Policía desconoce si María José planificó el crimen, aunque sí ha concluido que la motivación fue económica.
'Gancho' en el crimen de Fredy
Las diligencias practicadas en los últimos meses, en este caso por el Grupo V de Homicidios, esclarecieron que María José también estuvo implicada en el 'crimen de la etiqueta'. Después de dedicarse a la prostitución, la homicida también trabajó como agente inmobiliaria. En esa etapa, estrechó amistad con Fredy, el dueño de una inmobiliaria de Puente de Vallecas.
Según el citado digital, unos familiares de este empresario colombiano tramaron robarle. Para ello, contactaron con María José, que actuó como gancho y facilitó a los ladrones el asalto. Los delincuentes, al no lograr que Fredy revelara la ubicación donde guardaba la caja fuerte de su casa, asestaron al empresario una paliza de muerte.