La Comunidad de Madrid ha denegado plaza en el instituto que había solicitado a la niña de 14 años que fue agredida sexualmente en los baños del IES Herrera Oria. Su familia pidió un traslado de instituto a otro centro donde cuenta con una amiga y más apoyo emocional, según informa el padre de la niña a este periódico.
El hombre solicitó a la Dirección de Área Territorial Madrid Centro este cambio, pero la Comunidad de Madrid le ha adjudicado otro centro más alejado de su casa y donde la niña no cuenta con ese apoyo. Los padres ya han escrito una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al consejero de Educación, Enrique Ossorio y a la Directora de la DAT Madrid Centro, Coral Báez, explicando la situación y pidiendo el cambio de centro. Por el momento, no han obtenido respuesta.
"Queríamos este instituto porque ahí tiene una amiga, está cerca de casa y el edificio le recuerda al hospital", explica su padre. El hospital al que se refiere es la Clínica de salud mental Nuestra Señora de la Paz, un espacio seguro para la joven, donde estuvo ingresada entre el 2 de abril y el 4 de mayo por el acoso escolar y la agresión sexual que sufrió.
Los hechos ocurrieron el pasado 13 de octubre, cuando dos compañeros de su misma edad la agarraron por detrás en los baños del instituto, la inmovilizaron contra la pared, la desnudaron y le realizaron tocamientos en los genitales y los pechos, sin llegar a haber penetración. Finalizada la agresión, la tiraron al suelo.
Asimismo, la niña llevaba años sufriendo bullying por parte de sus compañeros. La menor nunca dijo nada a su familia, pero, a finales del año pasado, "empezó a manifestar complejos con su cuerpo". El estado anímico de la joven se fue minando hasta que intentó suicidarse tres veces.
Tras pasar unas semanas en la citada clínica, la niña comenzó a contar lo sucedido. Primero confesó que llevaba años sufriendo acoso escolar. En una carta escrita durante su ingreso detalla que sus compañeros le lanzaban "palos y muchas cosas más".
"Luego, en el instituto, empezaron a meterme en líos, chismes falsos, etc. Me chantajeaban, me insultaban por mi aspecto, mi cuerpo, me llegaron a hacer alguna que otra agresión, me llegaron a hacer cyberbullying, pedirme fotos, etc". En la misiva, señaló a los responsables por su nombre. "Me quiero suicidar, odio mi maldito cuerpo y me siento putamente inútil", concluye el escrito.
La agresión sexual fue denunciada por sus padres en la comisaría de Policía Nacional de Fuencarral-El Pardo el pasado 29 de mayo, tal y como consta en la documentación facilitada por el progenitor a este periódico. "Durante el transcurso de estos hechos, los dos autores se estuvieron riendo todo el tiempo", se puede leer en la denuncia.
El acoso no terminó ahí. Una semana más tarde, uno de los agresores se acercó a ella en clase. "Mándame una foto o sino te pasará lo de antes", le dijo. Temerosa de que se volviera a repetir la agresión, la niña envió cuatro fotos desnuda a sus agresores.
Los padres de la joven acudieron al centro el 17 de abril para abrir un Protocolo de Acoso Escolar. El 11 de mayo el centro emitió un informe en el que aseguró que "no hay indicios suficientes por el momento o no son concluyentes. Se decide prolongar las indagaciones con fecha de registro".
"El colegio, hasta ahora, no dice nada, no encuentra culpables, ni sabe nada. Esa es la respuesta que tenemos ahora. Los responsables no han sido castigados pese a que le hemos mandado al director una serie de pantallazos en los que mi hija le cuenta lo ocurrido a una amiga. Dicen que no hay indicios. Habiendo ya una denuncia penal no han hecho nada", explicó el viernes pasado el padre a este periódico.
El instituto se ha limitado a agendar los exámenes de fin de curso de la agredida en horario de tarde, para que no tenga que coincidir con sus agresores y con los compañeros que, en el mejor de los casos, miraron hacia otro lado mientras sucedía todo.