Era el día más esperado para ocho niños en Algete. Acababan de hacer su primera comunión y sus padres tenían previsto celebrar con sus familiares y amigos una gran fiesta este pasado sábado en el Club Social Santo Domingo, un lugar habitual para bodas, comuniones y graduaciones de la zona.
Pero el día de felicidad se convirtió en un infierno para los niños y sus padres que han acabado denunciando al local por estafa, después de pasar un sofoco increíble y tener que llamar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional.
La primera señal de que algo no iba bien es que las familias seguían acumulándose en los exteriores del local sin que les dejaran pasar a sus salones. Más de 500 personas en el jardín esperando sin poder tomarse ni una bebida. A las tres y media de la tarde, ya hartos del trato, los padres desesperados presionaron para que les abrieron las puertas.
La sorpresa fue aún más desagradable: no había casi mesas montadas, ni los suelos limpios, ni los platos preparados, ni nada que pudiera hacer pensar que ahí se iban a celebrar ocho comuniones.
En el local no estaba ni siquiera la responsable y los camareros se justificaron diciendo que no les había dado tiempo a limpiar los salones porque hubo otra celebración la noche anterior.
El miedo empezó a apoderarse de los padres de los ocho niños comulgantes que habían pagado, según varios medios de comunicación, entre 2.000 y 5.000 euros por comunión, en función del menú y del número de invitados.
Pero el caos fue mayor cuando, por iniciativa de los propios padres, decidieron entrar en la cocina para poder servir ellos mismos lo que fuera a sus invitados. No había comida ni bebida suficiente para todos los que estaban presentes.
Los progenitores, alguno de ellos incluso había acudido el día anterior a realizar el último pago de la comunión sin sospechar lo que iba a ocurrir el día siguiente, llamaron a la Guardia Civil y a la Policía.
De acuerdo con Telemadrid, las familias han decidido denunciar los hechos como una estafa mientras que una encargada del servicio ha negado que hubiera engaño sino que afirma que fue debido a una "mala organización" porque estaban sobrepasados por el volumen de trabajo y el catering no llegó.
Eso sí, estas mismas fuentes no han podido constatar que la empresa esté dispuesta a devolver el dinero a los afectados. Desde la OCU han recomendado a las familias interponer una denuncia conjunta por la vía penal y la reclamación de "daños morales" por el perjuicio causado.