El horror de la casa de los horrores de Colmenar Viejo sigue destapando más escenas increíbles y detalles que nadie se podía imaginar. Ahora es la Consejería de Sanidad la que va a abrir un expediente al padre al que se acusa de maltratar a su mujer y a sus ocho hijos menores, un médico del Hospital Gregorio Marañón, por un posible delito de robo de material médico.
[Domingo, el médico especialista en catástrofes que maltrataba a sus ocho hijos en Colmenar Viejo]
Además, el Hospital Gregorio Marañón "colaborará activamente ante cualquier requerimiento judicial. Igualmente se encuentra a expensas del desarrollo de la instrucción del caso para adoptar las medidas oportunas en función de la legislación vigente", según informa Efe.
Fuentes de la Consejería han asegurado que se encontró abundante cantidad de material sanitario en la vivienda de este médico en Colmenar Viejo por lo que la Dirección General de Recursos Humanos y Relaciones Laborales "va a abrir un expediente con designación de instructor por la supuesta sustracción de material sanitario".
El padre de los ocho menores de entre 4 y 14 años presuntamente maltratados por sus progenitores en la localidad madrileña de Colmenar Viejo también empleaba la violencia contra la madre, por lo que el juez le ha impuesto una orden de alejamiento sobre ella, según han informado a Efe este lunes fuentes de la investigación.
Al padre, de 45 años y médico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, se le atribuye, además de los malos tratos a sus hijos -de lo que también está acusada la madre-, un delito de violencia de género, todo a tenor de las investigaciones realizadas por la Guardia Civil a raíz de la denuncia del entorno de una de las menores, interpuesta a mediados del mes de marzo.
La mujer, de 44 años, estaba "totalmente sometida" por su marido, han subrayado las fuentes, aunque a ella, al igual que al padre, se le ha impuesto una orden de alejamiento sobre los ocho menores, de quienes le ha sido retirada cautelarmente la patria potestad.
Los dos progenitores fueron detenidos el pasado 29 de marzo, fecha en la que la Guardia Civil registró el chalet familiar de Colmenar Viejo, donde los hijos vivían "en un estado de insalubridad" que afectaba a todas las habitaciones a excepción del despacho del padre.
Durante el registro se hallaron uniformes hospitalarios (batas, trajes de quirófano), material hospitalario (guantes, mascarillas, gasas, medicamentos), de los que no se pudo acreditar su procedencia por lo que se investiga al padre por un delito de hurto.
La investigación, en la que han participado agentes del Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid, los servicios sociales, el fiscal de guardia y los agentes tutores de la Policía Local, confirmó la "grave situación de desamparo" y de "violencia doméstica" a la que habían sido sometidos los ocho menores durante años.
Según las fuentes consultadas por Efe, el padre, que se aprovechaba de su condición como médico para justificar las continuas ausencias de sus hijos en el colegio, era quien se había encargado de evitar, con un total "hermetismo", que la situación saliera a la luz.
Y es que algunos de los centros educativos en los que estaban matriculados sus hijos se habían preocupado por su estado en varias ocasiones, pero los progenitores, en especial el padre, había intentado justificar todo tipo de descuidos sobre los ocho menores, que ya se encuentran ingresados en un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.