Otro kamikaze se ha cobrado una vida en Madrid. La madrugada del pasado domingo, en torno a las 5 de la mañana, un todoterreno Jeep rojo, conducido por un joven bebido, chocó frontalmente contra un taxi en la M-11. El accidente se ha cobrado la vida del pasajero del taxi, que iba en el asiento trasero, y ha herido de gravedad al taxista, que se encuentra en estos momentos hospitalizado pero estable, según informan los servicios de Emergencia.
El conductor del todoterreno, de 18 años, resultó herido leve. A la llegada de la Guardia Civil, viendo que no necesitaba atención médica urgente, se procedió a hacerle una prueba de alcohol. Dio positivo, según informan fuentes cercanas a la investigación.
El siniestro se produjo en la carretera M-11 a la altura del distrito de Hortaleza. El choque fue tan violento que los bomberos tuvieron que abrir la carrocería del taxi para poder acceder al cuerpo sin vida del pasajero, según ha informado Pablo Gullón, jefe de Bomberos de Madrid.
La investigación trata de esclarecer ahora en qué momento accedió el kamikaze en dirección contraria a la M-11. Los investigadores sospechan que pudo acceder desde el paseo de la Castellana.
Las víctimas, en cambio, venían de Ifema, donde el fallecido había asistido a un concierto, y el taxista le había recogido. Todo indica que la víctima no es española, según ha podido saber este periódico.