Juan Florez Estrada murió la noche del pasado domingo de camino al hospital. Este vecino de El Escorial (Madrid), cayó de un acantilado de 25 metros de altura, en la ciudad de Mar del Plata, a unos 430 kilómetros de la capital argentina, Buenos Aires.
El accidente ocurrió cuando Florez, de 39 años, se puso al borde del acantilado tras pedirle a unos transeúntes que le sacaran una foto. El español fue identificado gracias a una amiga que aportó su pasaporte a la comisaría.
Según declararon esos testigos, Florez se acercó demasiado al borde, se empezó a mover la tierra, que se desmoronó y cayó al vacío. Tras el accidente, se avisó a las autoridades policiales. Gravemente herido, con múltiples fracturas, Florez Estrada fue socorrido para poder ser trasladado en la ambulancia al hospital.
Cuatro días atrás había publicado una foto de su travesía por Sudamérica. La imagen enseñaba la reserva de un pasaje de avión: la ida desde Asunción, capital de Paraguay y el pasaje de regreso el viernes 20 de enero. Pero la vuelta nunca llegó.
“Los que leen no roban y los que roban no leen. A por el día... en Mar del Plata”, escribió en sus redes sociales el domingo, poco antes de despeñarse. La publicación estaba acompañada por dos fotos: un retrato suyo, alegre, sonriente y posando con el libro La guerra de los mundos, y otra con la novela abierta y billetes de mil pesos haciendo de marcapáginas.
Alegre y alocado
Juan Florez tenía un hermano y dos hermanas. Era natural de El Escorial, no tenía hijos y trabajaba como operario en una empresa que poda árboles. Mantenía una relación abierta con una mujer paraguaya, que no lo había acompañado en su viaje por la región. Su amiga Celia Duré, otra ciudadana paraguaya que se había mudado a la capital española hace más de quince años, lo convenció a realizar su primera excursión por Sudamérica.
En sus vídeos de su perfil de Facebook se puede ver el carácter alegre y alocado de este hombre deportista y en buena forma. Ahora, su familia está a la espera de recuperar su cuerpo.
Florez llegó a Asunción junto a Celia el 20 de diciembre de 2022. Su viaje concluiría el 23 de enero de 2023, fecha de su vuelo de regreso desde la capital paraguaya. Se instaló en la casa de su amiga. Ella le presentó a varios amigos de la infancia que actuaron de guía turístico del madrileño. Lo llevaron a recorrer San Bernardino, Caraguatay, Caacupé, y otras regiones más del interior paraguayo.
“Era un tipo alegre, loco como él solo, divertido, aventurero. Una buenísima persona que se daba con todos, hacía amigos por todos lados”, ha relatado uno de esos amigos al diario argentino Infobae.
Reveló que Juan estaba maravillado con el trato que había recibido en Paraguay. Esa experiencia la había compartido claramente con el resto del mundo: “El mejor viaje de mi vida”, dijo en sus redes sociales.
Sus amigos paraguayos “le contagiaron un fervor futbolero del que carecía. Lo invitaron a conocer la cancha de Olimpia, el estadio Manuel Ferreira en el barrio Mariscal López de la capital”, según relata Infobae.
Finalmente, la vuelta de este vecino de El Escorial será dentro de un ataúd tras este fatal accidente que terminó con su vitalidad.