Una treintena de radicales de extrema izquierda han intentado boicotear el acto en el que han participado los exiliados políticos Leopoldo López y Yunior García, perseguidos por el régimen de Venezuela y la dictadura de Cuba, respectivamente, este lunes en la Universidad Complutense de Madrid. Pero ha sido en balde.
Los boicoteadores han aguardado en la entrada del salón del actos de la Facultad de Políticas y han recibido a los ponentes al grito de "¡fuera los golpistas de Miami!", "¡fuera, fascistas, de la universidad!" y "¡López, asesino!", que eran consignas que también podían leerse en las pancartas que portaban con ellos. El escrache, no obstante, ha resultado fallido y los exaltados han sido desalojados.
El opositor político venezolano y el dramaturgo cubano han podido comenzar su mesa redonda, organizada por la asociación Libertad sin Ira, en la que han reivindicado una "vacuna para la intolerancia" porque "una universidad sin debate, no es una universidad".
En el acto ha estado presente, entre otras autoridades, la vicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís. La dirigente liberal ha atendido a los medios tras el acto y ha asegurado que hoy ha quedado "muy claro quiénes son los fascistas", en referencia a los escracheadores, y ha lamentado encontrarse "con el autoritarismo, con una especie de totalitarismo que a Leopoldo y a Yunior -sin embargo- no les resulta ajeno".
Dos perseguidos
Los ponentes, tildados de "fascistas" y "golpistas" por este grupo de jóvenes radicales, que pertenecen a la Asamblea de Somoaguas, son en realidad dos opositores perseguidos duramente en los últimos años por sus ideas políticas. El caso más conocido es el de Leopoldo López, que llegó a España en octubre del año pasado tras lograr escapar de las garras de Nicolás Maduro. Desde entonces, vive en Madrid con su esposa y sus tres hijos.
El líder de la oposición democrática venezolana, preso desde 2014 por sus ideales políticos contrarios al régimen, dejó atrás un infierno para reencontrarse con su familia. Nada más y nada menos que tres años y medio en la cárcel militar de Ramo Verde, casi dos años de arresto domiciliario en Caracas y 18 meses refugiado en la residencia del embajador español en Caracas.
Por su parte, Yunior García llegó a nuestro país hace un mes escaso. El líder de los movimientos libertadores en Cuba fue acosado, sellada su vivienda con un gran banderón de la patria instalado por las fuerzas castristas, e incomunicado. El régimen quiso boicotear el 15-N, en el que exigía un cambio político en la isla, libertad de expresión y la liberación de los "presos políticos". Lo lograron: el dramaturgo y activista desapareció... y a los pocos días estaba en España.
"Cuando se anula la opinión del otro, cuando intenta establecerse la verdad absoluta, ya no hay diferencia entre izquierda y derecha, simplemente se perdió el rumbo. Ojalá los países que perdieron el rumbo como Nicaragua o Cuba lo recuperen y no se pierda el privilegio de poder pensar distinto", ha reflexionado García en el acto que finalmente se ha celebrado este lunes en la Universidad Complutense de Madrid.