Y tú, ¿qué piensas?. "La primera vez que nos lo dijeron no pensé que fuera a pasar esto. No tenía la intranquilidad que tengo ahora, la angustia. Ahora pienso que la mayoría van a fallecer. Es que es lo que está pasando. No veo que haya recursos. Y ellos están solos en sus habitaciones", responde Rosana.
Aunque, desde fuera, el comentario pueda parecer algo frívolo, Rosana está hablando sobre su madre. Y ha sido la situación la que le ha empujado a ello. El final del túnel ni se atisba y parece que ya ha caído en el resentimiento. Por eso la angustia, por eso dice que ya no duerme. La madre de Rosana es una de las personas que está aislada en la residencia Monte Hermoso de Madrid, uno de los peores focos de coronavirus conocidos hasta el momento.
Este martes saltaban las alarmas. Según informó Europa Press en un primer momento y ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en la residencia Monte Hermoso, de 130 residentes, hay al menos 70 afectados por la enfermedad y 19 personas han fallecido en sus propias habitaciones a causa del coronavirus SARS-CoV-2. Los familiares de los afectados, de los residentes, critican que por un lado ha habido mala praxis en la contención del coronavirus y que, ahora que se ha visto la dimensión del problema, perciben mucha opacidad y falta de medios.
La frustración se está adueñando de la situación, que da cuenta de lo saturado que está el sistema sanitario especialmente en Madrid, la comunidad autónoma con más contagiados por Covid-19. Los familiares pidieron que a los infectados se les llevara a un hospital, pero nada, están falleciendo en sus habitaciones. La única respuesta aparente ha llegado este martes en formato de correo electrónico. En él, el abogado de la residencia asegura que se ha aumentado el número de médicos y que han recibido mascarillas y bombonas de oxígeno, según la misiva a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Esto, aunque todavía insuficiente porque no soluciona el problema, al menos mejora la situación respecto a cuando, la semana pasada, la residencia pidió que se llevaran a los ancianos a su casa, saltándose los protocolos, según otro correo electrónico al que ha accedido este diario. Mientras tanto, los ancianos permanecen recluidos en sus habitaciones, con un personal sanitario que no da a basto, y esperando a que todo ello pase causando el menor de los daños, que ya es elevadísimo.
“El día 8 de marzo nos decían que había sólo dos personas infectadas y ahora, una semana después ya hablan de 70”, explica Rosana en conversación telefónica. “Pero no nos han dado más datos oficiales. Ha sido Sanidad la que nos ha comunicado a los familiares que, esta mañana [martes], ya había 19 fallecidos”, añade. “Queremos que medicalicen la residencia, que vaya un inspector de Sanidad y diga qué hace falta para que estén ahí, porque en la residencia no tienen una guía a seguir ni recursos sanitarios”, comenta la hija. Este diario ha intentado ponerse en contacto, en múltiples ocasiones, con la residencia, pero ya nadie coge el teléfono. Este caso recuerda a uno similar que se produjo a principios de mes en una residencia de La Paz, también en Madrid.
“Viendo morir a los pacientes”
Ubicada en la calle del Doctor Blanco Nájera número 6, la residencia Monte Hermoso, de titularidad privada pero con algunas plazas transferidas a la Comunidad de Madrid, es un lugar bucólico muy digno al que llevar a los mayores. “Es muy bonita. La ves por fuera y tiene de fondo la Casa de Campo”, recuerda Rosana. Llevó ahí a su madre hace ahora cinco años.
Sin embargo, ya todo se ha torcido. Ahora ya cree que su madre, por desgracia, está tentando demasiado a la suerte. “Cuando va a fallecer te gustaría estar a su lado. Pero estás viendo que además lo va a pasar ella sola, en la habitación”, comenta. Rosana habla poco después de que Pedro Sánchez comparezca en rueda de prensa y diga lo de que la primera victoria será cuando el número de bajas supere al de contagios. Ese horizonte aún está lejos.
La primera notificación les llegó el 8 de marzo, día de la mujer. A todos los familiares les contaron que habían detectado dos casos y que, por ello, la residencia tenía que clausurar y no podían recibir visitas. Rosana lleva desde entonces sin poder ver a su madre, que tiene alzheimer y con la que no puede hablar por teléfono. Hasta el pasado día 14, los casos fueron subiendo. Primero les dijeron que siete, luego que diez. No fue hasta que una trabajadora del propio centro avisó a los familiares que se dieron cuenta de que había 70 afectados y 17 fallecidos. Eso fue el pasado domingo. Este martes la cifra de muertos ya había ascendido a 19.
Durante el transcurso de estos días, los familiares se han organizado ya que consideran que no se está haciendo lo suficiente. “La directora de la residencia nos dijo que intentó que se ingresara a la gente en el Hospital Clínico San Carlos pero que no admitían a los pacientes”, explica Rosana. “Es que los hospitales están como están. Cerca de la residencia está el Gómez Ulla, que es militar, y también hemos pedido que manden gente de ahí, pero nada”, añade. “Cuando preguntamos en la residencia que cuánta gente hay enferma exactamente, nos remiten a la Dirección General de Epidemiología y al ministerio de Sanidad”, comenta. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por su parte ha anunciado que ha conocido la situación la tarde de este martes.
Para más inri, los familiares denuncian que, hasta ahora, sólo había un médico para atender a toda la residencia y que ni siquiera estaba ahí en horario completo. Además, critican que los medios para atenderlos no son los suficientes. “Tienen que mandarlos a un hospital o algo. No es solución que se queden en un sitio en el que faltan recursos. Que manden más para que la atención deje de ser asistencial, que es como ha sido hasta ahora. Queremos que medicalicen la residencia, que vaya un inspector de Sanidad y diga lo que hace falta para atenderlos, ya sea ahí o para trasladarlos a un hospital”, añade Rosana.
-¿Y cómo lo están pasando los trabajadores?
-Están haciendo lo imposible. Con todos los que estamos hablando, vemos que están afectados porque tienen cariño a los pacientes y les están viendo morir. El médico sabemos que también.
Llevárselos a casa
La semana pasada, cuando la crisis en Monte Hermoso empezaba a arreciar, la mayoría de los familiares de la residencia recibieron un correo electrónico en el que se les daba la posibilidad de que recogieran a los ancianos. Esto, en principio, es contrario a los protocolos que hay que seguir y que indican que si alguien ha tenido contacto estrecho con algún infectado permanezca en cuarentena.
“Tras nuestra conversación telefónica en la cual se concedía la posibilidad a las familias de llevarse a sus familiares ingresados en la residencia y que aparecen asintomáticos, toda vez que actualmente se encuentra activo un foco de Covid-19 (coronavirus) en las instalaciones, me permito adjuntarles documento que me deben devolver firmado por el cual se nos indica expresamente el rehúse de esta posibilidad, manteniendo el cuidado de los residentes a cargo de la entidad Monte Hermoso”, se puede leer en el correo electrónico, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. “Este documento es importante para poder adoptar cuantas medidas sean necesarias para el cuidado y bienestar de los residentes y para afrontar esta crisis sanitaria con las máximas garantías de responsabilidad y autorización por parte de los familiares”, seguía.
Adjunto en el correo, además, aparecía el documento a firmar por los familiares, no para retirarlos bajo su responsabilidad, sino para que permanecieran en Monte Hermoso. “Creo que eso fue un error, eso no se puede hacer. Hoy se han vuelto a poner en contacto con nosotros y ya no mencionan eso. Se han debido de dar cuenta de que es una burrada”, explica Rosana.
En el correo de este martes, la segunda comunicación, el abogado de la residencia explica que están recibiendo ayuda de la Consejería de Sanidad y del Hospital Clínico San Carlos “haciéndonos llegar material imprescindible tanto para la protección del personal que cuida a los residentes, como para suministrar a estos últimos”, según ha podido comprobar este diario.
Esa misiva, de todas formas, es una respuesta a una comunicación de los familiares que piden saber la cifra actualizada de personas enfermas y fallecidas. A ese respecto, sólo han obtenido el silencio. Por lo menos sí que dicen que han recibido apoyo de otros sanitarios. Eso sí, que “desinteresadamente nos están ayudando a controlar a los residentes”. Esto significa que la única ayuda oficial que han recibido es de material, y que el resto de enfermeros están ahí por su propia voluntad.
Mientras tanto, los ancianos pasan ahí sus días lo mejor que pueden. Sin salir de las habitaciones, con unas pocas atenciones al día. Muchos no son conscientes de la situación que están viviendo. Ya son mayores y los familiares tampoco les quieren alarmar. Como no salen del habitáculo, no se dan cuenta de nada. Quizás así es mejor.