“¿Dónde comer en Madrid?” Puede que hayas tenido esta pregunta muchas veces en la cabeza. Una ciudad como esta cuenta con miles de posibilidades a la hora de tomar un bocado, ya sea para picar un aperitivo, tomar un plato contundente, comida para llevar, probar nuevas recetas o tener una cena inolvidable.
Los restaurantes, bares y puestos de comida de la capital están por todas partes, da igual el barrio en el que vivas porque siempre vas a encontrar un lugar que te convenza para matar el hambre. Lo cierto es que, para muchos, hay unos imprescindibles cuando se trata de comer rico sin tener que cocinar y, uno de ellos, es la pizza.
Este alimento con forma circular, en el que no puede faltar el queso, cuenta con una clave para gustar a casi cualquiera, y es que puede haber cientos de combinaciones de ingredientes para poner sobre la masa. Al hablar de este plato tan popular, podemos hacer una diferenciación bastante notable: la pizza italiana y la pizza americana. Ambas son amadas por igual, aunque es conocido que su origen se atribuye a Italia, por lo que puede considerarse que la auténtica pizza es la italiana.
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Y siguiendo con este manjar como protagonista, como habrás podido leer en el título, hoy te hablamos de la pizzería más antigua de Madrid. Se trata de la pizzería Vesuvio, donde elaboran pizza italiana tradicional al momento y, como rezan en su eslogan: "Siempre fresca. Siempre buena", el cual eligieron sus propios clientes.
La historia de sus fundadores se remonta a 1979, desde las calles de Sicilia, pasando por el aprendizaje del oficio con un maestro de la pizza napolitana en Alemania, hasta llegar a Madrid, primero en Argüelles y, a día de hoy, en la calle Hortaleza número 4, cerca de la madrileña Gran Vía.
Una de las joyas de la comida italiana ocupa el lugar que se merece en Vesuvio, pues preparan la masa fresca día a día y realizan la pizza en el momento en el que la pide el cliente. En este lugar no encontrarás un mostrador lleno de pizza ya hecha que después tienen que recalentar. Otro detalle es que no venden por porciones, sino la pizza entera, aunque sí puedes pedirla para llevar.
De hecho, el ya icónico lugar con más de 40 años de tradición, es un local pequeño, donde la pizza se toma en taburetes altos y puedes oler el aroma hipnotizante que desprende su horno. Pero que su tamaño no te engañe, en este restaurante italiano tienen una carta con hasta 35 tipos de pizzas artesanas diferentes, además de poder modificarla a tu gusto. También cuentan con platos típicos como calzone, pasta o tiramimsú.
Su horario, de lunes a domingos de 12:00 a 00:00 horas, te permitirá degustar alguna de sus pizzas casi en cualquier momento del día. Entre algunas de sus variedades, puedes encontrar ingredientes como, por supuesto, la mozzarella, el prosciutto, el bacon, las aceitunas negras, alcaparras, anchoas, cebolla, alcachofa, pimiento o pollo, entre muchos otros.
Además, sus precios oscilan entre los 7,30 y los 11,30 euros, por lo que resulta una opción económica tratándose de un auténtico restaurante italiano en el que probar entre gran variedad de pizzas, u otros platos, hechos al momento y con unos ingredientes de gran calidad.