Las hojas cayendo de los árboles es una de las estampas de la época otoñal por excelencia. Los bosques se tiñen de preciosos tonos ocres, amarillos, verdes oscuros e incluso rojizos, dejando un paisaje impresionante que solo dura unas semanas al año. 

[¿Por qué se caen las hojas en otoño?]

En la Comunidad de Madrid podemos disfrutar de este tipo de vistas en diferentes lugares, sobre todo en la zona de montaña y de la sierra, donde existe gran biodiversidad tanto de flora como de fauna. 

Si vives en Madrid tienes a tu alcance pasear y ver de cerca estos lugares, y una de las mejores maneras de hacerlo es realizando una ruta de senderismo. Las hay de diferentes dificultades, pero muchas de ellas son sencillas y fáciles de llevar a cabo casi para cualquier miembro de la familia, desde adultos a niños. 

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Hoy queremos hablarte de uno de esos lugares que merece la pena visitar en otoño y que es perfecto para hacer una ruta apta para todos, tengan experiencia o no. Se trata del Abedular de Canencia, a los pies de la Sierra de Morcuera y cerca del Puerto de Canencia, y el que es uno de los pasos de montaña por los que se accede a la Sierra Norte de Madrid.

Concretamente, la ruta que te proponemos se denomina Senda del arroyo de Sestil del Maillo y de la Ladera de Mojonavalle, es de 7,6 km con ramales, y de 4,5 km sin ramales, durando unas dos horas y media en el primer caso o una hora y 45 minutos en el segundo.

¿Qué ruta hacer en el Abedular de Canencia?

El recorrido empieza en el área recreativa del puerto de Canencia, zona en la que se puede aparcar con facilidad y coger fuerzas tanto antes como después de realizar todo el itinerario. 

Según se indica en la web de la Sierra Norte de Madrid, el primer tramo pasa por una pista forestal que atraviesa un pinar de pinos silvestres bastante denso, para llegar al centro de educación ambiental El Hornillo. Poco antes de llegar se puede apreciar una de las joyas de esta ruta, un abeto Douglas, especie muy poco habitual y difícil de ver.

Avanzando a la derecha de El Hornillo se llega al mirador de la Chorrera de Mojonavalle, lugar ideal para pararse a admirar los ejemplares de álamo temblón de gran belleza. De nuevo viene un giro pronunciado a la derecha, bajando por una ladera, donde al llegar a la baliza 4 se alcanzan dos ramales, uno de ida y otro de vuelta.

El de la derecha es el que lleva hasta el abedular, que es de gran interés porque su presencia escasea en Madrid. Antes de este punto atravesamos un camino lleno de acebos y tejos, característicos por sus hojas puntiagudas. 

Para acabar la ruta, se debe volver a la baliza 4 y tomar dirección a la zona de inicio, la pista forestal del puerto de Canencia.

Este tipo de parajes son especiales ya que, como se puede leer en la web señalada anteriormente, se trata de “bosques isla, una de las rarezas botánicas de la Sierra Norte, el hecho de estar geográficamente en la zona central peninsular, hace que en lugares puntuales se conserven especies más propias tanto del Norte, como del Sur peninsular”.