Cuenta atrás para despedir el año 2023. Minutos antes de que las manecillas del reloj de la Puerta de Sol marquen la medianoche, miles de madrileños preparan sus uvas para recibir el Año Nuevo con buena suerte.
Según esta tradición tan arraigada en Nochevieja, cada uva representa un deseo para cada uno de los meses del próximo año, de ahí que sean 12. Si consigues comerlas todas a tiempo, tendrás un buen año.
De hecho, una de las teorías de por qué empezó esta costumbre es que fue a raíz de unos satíricos madrileños. Periódicos españoles publicaron en 1882 que la clase burguesa solía beber champán y comer uvas durante la última cena del año.
Para ironizar esta costumbre de aristócratas, un grupo de personas decidió tomarse las uvas acompañadas del sonido de las campanadas del reloj de la Puerta de Sol.
Desde entonces, los madrileños se han seguido reuniendo para tomar las uvas juntos, pero... ¿cuántas pueden llegar a comerse esa noche en la Puerta del Sol? ¿Y en el resto de casas de la Comunidad de Madrid?
La comercialización de uvas durante la Navidad supera los 4 millones de kilogramos, informan desde Mercamadrid a Madrid Total.
[El mejor roscón de Madrid lo hace una pastelería japonesa con un Solete Repsol]
Por tanto, los madrileños comen una media de 250.000 kilos diarios de uvas durante las navidades. Más concretamente, entre el 15 y 31 de diciembre.
Definitivamente, en Madrid se toman muy en serio esta costumbre que también se celebra en toda España y, a día de hoy, se ha extendido a otros países como Portugal o Latinoamérica.
Después de conocer esta cuantiosa cifra, la siguiente pregunta es, ¿de dónde salen todas las uvas que comen los madrileños en Nochevieja?
La procedencia de las uvas que se comen en la Comunidad de Madrid es mayoritariamente de origen nacional. Son las más típicas en Navidad y su porcentaje es de un 70%, según los datos de Mercamadrid.
Pero sin duda, la estrella de la Navidad es la uva de la variedad aledo, procedente de Alicante. Principalmente del valle del Vinalopó.
Esta variedad es la más tradicional es estas fechas, y supone más del 60% de las uvas comercializadas durante la época de inverno en la capital. La uva aledo tiene un proceso de cultivo muy peculiar, ya que se embolsa cada racimo para preservarla.
En los últimos años, no obstante, se está incrementando en la región el consumo de uvas sin semillas, así como en formatos más allá del típico racimo, según la información facilitada por esta plataforma de distribución de alimentos frescos, que es la más importante de España.
De hecho, existen hasta 'cajas de bombones' en las que están las uvas, envasadas en 'cucuruchos', que aunque están más pensados para la hostelería, también se pueden encontrar en algunos comercios especializados.
Hay que tener en cuenta que los datos facilitados por Mercamardid son en referencia al radio de acción de su empresa de comercialización, que es de 500 kilómetros, lo que supone una población de 12.000.000 de personas, y es difícil especificar cuál es el porcentaje de producto que se destina exclusivamente a la Comunidad de Madrid.
¿Por qué tomamos uvas en Nochevieja?
Otra teoría sobre el origen de tomar 12 uvas en las campanadas es que en 1909 se dio una muy buena cosecha de esta fruta, de tal forma que los productores decidieron dar más salida al producto vendiéndola como 'uvas de la suerte' en la Nochevieja de ese año.
¿Cuál es cierta? Una pregunta difícil de responder, aunque al menos quedan resueltas cuántas y de dónde son las uvas que tomarán los madrileños esta Nochevieja.