Hace unos días, la artista Natalia Verbeke llevó al programa de David Broncano, La Resistencia, una de las delicias más demandado ahora en la capital en esta época navideña. "Es muy especial porque se hacen 50 a la semana. Es una mezcla de roscón con la crema de queso de Alex Cordobés", explicaba la propia actriz en pleno programa.
Realmente es "muy especial" porque ha llegado a sacar la parte más 'oscura' de algunos madrileños. "Estoy viendo cosas muy locas y es la primera semana. Me ofrecieron 3.000 euros por un roscón para asegurarse de que lo tenían y me han llegado amenazas de por qué hago tan pocos", cuenta el propio Alex Cordobés a Madrid Total.
El creador de una de las tartas de queso más demandas de Madrid nunca se había visto en esta tesitura y obviamente, afirma, rechazó la cuantiosa oferta. "Desde las 6:30 de la mañana había cola de gente esperando hasta que hemos abierto a las 10:00 para no quedarse sin su roscón", informa.
Este viernes 15 de diciembre, el primero de los próximos tres, ha empezado la venta de los roscones de crema artesana de queso de Alex Cordobés y Brulèe —Mejor Roscón de España 2021—. La venta es sin reserva, "dada la demanda que hemos recibido", por lo que cada viernes hasta el 5 de enero habrá largas colas para conseguir un único roscón por persona, un tope que también han impuesto.
Una larga cola de unas 100 personas estuvieron el pasado viernes esperando para intentar conseguir una de las únicas 100 unidades que van a vender a la semana. Sólo hacen 50 unidades cada semana en la tienda de Alex Cordobés (Velázquez, 60) y otras 50 en la panadería Brulèe (Alto de la Camorcha, 2; Colmenar Viejo).
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"Es una elaboración muy artesana y costosa, por eso no podemos hacer más unidades", detalla Cordobés. El precio del roscón es de 50 euros.
El roscón lo hace el repostero Mario Trepos y desde el obrador de Alex Cordobés la crema artesana de tarta de queso. "Buscamos que la crema tuviese mucho sabor a queso, espesándola sin que quedasen grumos, y el crumble lleva pistacho, almendras, rodajas muy finas de naranja, para que nos sepa a fruta escarchada, polvos de nuestra mezcla de galleta con mantequilla horneada que usamos como base en las tartas de queso".
Además, puede que en las próximas semanas incluyan la sorpresa y el haba, toda una tradición en los roscones.
"La compra de roscones ha sido impulsiva. La venta de tartas de queso es mucho más amable", sacan en conclusión los creadores de estos roscones que han sembrado la locura en la capital.