Las tortillas de la abuela Martina siempre fueron el plato preferido en la familia. Era una receta sana, rica, tradicional pero que gustaba a todo el mundo. Así que Víctor Naranjo, CEO de La Martinuca, no se lo pensó y en junio de 2021 empezó a cocinar tortillas de patatas como loco siguiendo la estricta receta de la abuela para venderlas online.
Los números le dieron la razón, a él y a Martina: en 20 meses han vendido más de 80.000 tortillas de patatas a través de la web y de la plataforma Glovo. A razón de 1.000 pedidos a la semana solo en Madrid.
"Fue el inicio de una gran aventura con el objetivo de hacer eterna y mundial una receta, la de la abuela Martina. Además, la oferta y la demanda de ese contexto inicial estaban pidiendo a gritos una alternativa casera, sabrosa y saludable con códigos renovados. El hecho de estar en plataformas como Glovo, ayudó a que el crecimiento de la marca fuera rápido y sostenido", asegura Naranjo.
Pero la tortilla de la abuela Martina quiere más y La Martinuca ha abierto su primer local físico, en pleno centro de Madrid (calle de Barquillo, número 11), para hacer todavía más eterno este plato tan español y tan demandado. Siempre con la promesa que ha mantenido unida a la compañía: salvaguardar uno de los productos más genuinos de la gastronomía española.
De hecho, la abuela Martina, cuando se enteró de que querían comercializar su receta lo dejó bien claro: "Si queréis hacer mi tortilla de patata tenéis que obtener los mejores ingredientes. Una vez los tengáis os diré cómo conseguir esa jugosidad tan característica". Y así lo hicieron.
El Despacho de Tortillas de La Martinuca nace con dos espacios marcados donde siempre va a haber pinchos de tortilla: uno más café, para los desayunos a partir de las ocho y media de la mañana, donde no puede faltar el huevo y la patata en todas sus especialidades, y la taberna, hasta las doce de la noche, donde la tortilla combinará con las mejores tapas y vinos.
Igual que se ha hecho con la receta de la abuela, en este caso, El Despacho de Tortillas de La Martinuca va a apostar por productos de temporada por lo que su carta irá variando según la estación. Así que ahora se puede optar por unos mejillones en escabeche en lata con patatas en AOVE, ensaladilla rusa con bonito, una ensalada de tomate Feo con cebolla o la burrata nacional con tartar de tomate y fresa.
Tampoco faltan el tradicional matrimonio de anchoa y boquerón, la sardina ahumada con queso arzua-ulloa y confitura de tomate remalle o anchoa con mantequilla sobre pan brioche. Hay que tener claro que no hay nada de pizzas o hamburguesas, recuerdan los responsables de este espacio amantes de lo tradicional y bien hecho.
Quizá por eso, hasta la decoración pretende trasladar al comensal a la auténtica casa de campo de la abuela Martina, donde florecían estas ricas tortillas. Para eso, el interiorista Francisco Segarra se fue a conocer a la propia Martina para captar "su alma".
"Esto fue clave para poder llevar a cabo muchos de los detalles, creando así un ambiente para ser disfrutado en cualquier momento del día", añade.
Con este despacho físico, la compañía ya cuenta con cuatro puntos en los que nos podemos hacernos con una tortilla Martinuca: Plaza de Castilla, Plaza de España y Alcobendas, aunque sólo en Barquillo podremos sentarnos a disfrutarla con una cañita bien fría.
Además, La Martinuca advierte de que quieren llevar su tortilla a muchos más sitios, algunos inesperados, y asegura que esta apertura forma parte de un ambicioso plan de expansión para comer pinchos en otras capitales españolas y en grandes eventos deportivos, en estadios de fútbol como Cívitas Metropolitano y en festivales de renombre en todo el territorio nacional.
Y todo porque, como asegura Naranjo, "quién prueba estas tortillas se enamora, vamos directamente a la patata".