El secretario del PSOE en Madrid, Juan Lobato, ha denunciado este martes el "linchamiento" recibido por parte de "algunos dirigentes de su partido" por registrar ante notario los whatsapps que intercambió con la mano derecha de Óscar López y en los que, supuestamente, le ofrecían información del proceso judicial abierto al novio de Isabel Díaz Ayuso.

Lobato ha asegurado que si lo que le dijeron no fuera cierto (es decir, que la información provenía de medios de comunicación y no de la Fiscalía), "sería bastante grave". En todo momento, Lobato ha transmitido que cuando él recibió la información sobre la información fiscal del novio Ayuso le dijeron que era algo "publicado en los medios". 

Pero, ahora, ha cargado directamente contra Moncloa sembrando la duda sobre si los correos electrónicos que le enviaron aquel miércoles de marzo provenían de medios de comunicación, como afirmó en un primer momento, o de la propia Fiscalía que está siendo investigada.

"La democracia y la ley está siempre por encima de los partidos políticos y los dirigentes de los partidos políticos", ha apuntado. 

En una declaración que ha durado sólo tres minutos y no ha permitido preguntas de los periodistas, Lobato ha empezado explicando que estaba "preocupado" por el "linchamiento" recibido por parte de algunos dirigentes de su partido para advertir que no iba a dimitir, pese a que todo el mundo lo daba por hecho después de las presiones que ha recibido desde Ferraz.

"No veo el problema en acreditar el origen lícito de ese documento. Por la reacción parece que, de alguna manera, se dudara de la veracidad de lo que a mí se me dijo", ha lanzado Lobato. 

El todavía secretario general del PSOE madrileño ha insistido en que no "contempla" que fuera falso lo que se le dijo "y que no fueran los medios de comunicación". "Porque sería bastante grave", ha añadido. 

Un acta notarial

El líder de los socialistas madrileños lleva en la cuerda floja desde que el pasado domingo se publicara que acudió a un notario con una conversación de whatsapp con la mano derecha de Óscar López, Pilar Sánchez Acera, cuando éste trabaja en Moncloa como jefe de Gabinete, donde supuestamente le facilitaban información del acuerdo que el novio de Ayuso ofrecía a Hacienda en su caso por fraude fiscal.

Nadie entiende por qué Lobato realizó ese acta notarial el pasado mes de octubre, cuando la conversación fue en el mes de marzo, pero sí han visto una maniobra que puede acabar implicando a Moncloa en el proceso por revelación de secretos que tiene ya como imputado al fiscal General del Estado.

Fuentes del entorno del presidente del Gobierno consideran que Juan Lobato pretendía realizar una maniobra contra Óscar López, el 'mirlo' blanco que Ferraz quiere colocar en Madrid para disputarle el control del partido a Lobato, y ha acabado poniendo en la picota hasta la mismísima Moncloa.

De hecho, el juez instructor del Tribunal Supremo ya ha citado al portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid el próximo viernes y le ha pedido que lleve el acta notarial para ver si hubo más implicados en esta supuesta revelación de secretos del correo que envío el abogado de Alberto González Amador, el novio de Ayuso, a Hacienda.

Los que aún defienden a Lobato como un político honesto aseguran que el socialista es técnico de Hacienda y, si la información publicada es cierta, registrar la conversación con datos sobre el novio de Ayuso le 'evita' la posibilidad de haber sido cómplice de un delito al no haber querido difundir información que supuestamente había sido filtrada desde la Fiscalía General.

Eso sí, un parapeto que puede hacer caer a mucha gente, empezando por la propia Sánchez Acera.

Este mismo lunes, todos en el PSOE madrileño (PSM) como en Ferraz daban por sentenciado a Juan Lobato e incluso esperaban que no se presentara en el Congreso Federal que se celebra en Sevilla este fin de semana.

Algunos alegaban que sería una situación muy 'dura' para él, al verse señalado dentro del partido, pero otros, directamente, afirman que va a ser en este Congreso donde el PSOE nacional le va a buscar el sustituto definitivo.